¿Y si Martí Batres vendiera chocolates?

La chocolatera Mars decidió retirar del mercado sus productos –en al menos 55 países– después de que se encontraron restos de plástico en los chocolates distribuidos en Alemania.

“Mars Chocolate ha pedido por propia iniciativa el retiro de productos de chocolate Mars, Snickers, Milky Way y Celebrations, después de encontrarse un pedacito de plástico en un producto”, informó la compañía.

Sin duda, sólo Mars sabe el tamaño del problema. No obstante, el retiro de productos en medio centenar de países suena como algo escandaloso.

Lo curioso es que este caso internacional nos recuerda al célebre Martí Batres, quien en su cargo de diputado local en la Ciudad de México, fue investigado en 1998 por la repartición –con fines clientelares– de la “Leche Betty”, que de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), contenía heces fecales.

En su momento se cuestionó la calidad del producto pues, además, se dijo que no tenía suficiente grasa, proteína y calcio. Para resumir: Batres distribuyó leche que no era leche.

A pesar del escándalo del también ex dirigente nacional de Morena, el entonces jefe de Gobierno –Marcelo Ebrard–, nombró a Batres como su secretario de Desarrollo Social.

Y aunque a nivel mundial cada quien decide qué marca de chocolates comprar, a muchos habitantes de la Ciudad de México se les obligó a empadronarse a la Unión de Abasto Popular –ligada al PRD— para abastecerse de la “Leche Betty”. Además, claro está, no bastaba con beber leche contaminada, los capitalinos empadronados eran invitados –u obligados– a participar en mítines y marchas.  

Llama la atención que la chocolatera Mars –por iniciativa propia–, alertó a los consumidores sobre el plástico en sus productos; mientras que en el México de Martí Batres, los diputados locales de izquierda defendieron su “gesto de apoyo a los más desfavorecidos” pese a que científicamente se demostró la existencia de bacterias en la leche perredista.

La trasnacional chocolatera indicó que buscaría evitar que los consumidores adquieran productos afectados y adelantó que los interesados podrán consultar –a través de sus páginas de Internet– las golosinas que se encuentran dañadas.

Frente a esta situación, no sobra preguntar, ¿qué pasaría si Martí Batres vendiera chocolates? ¿acaso le iría mejor que como político?

Por cierto, Alemania, Holanda, Francia, Reino Unido, Bélgica, Italia y España son algunos de los países donde los productos, con caducidad del 19 de junio del 2016 al 8 de enero de 2017, fueron retirados.