¿Vándalos o maestros?

Hace dos días, la CNTE convocó a una marcha en Chiapas y los manifestantes terminaron saqueando el palacio municipal y una tienda de artículos para el hogar.

En todos los diarios y redes sociales, circularon imágenes de afiliados a la CNTE –que no maestros–, cargando lavadoras, refrigeradores y hasta televisiones.

Algunos, a pesar de que todo el mundo sabía que pertenecen a la CNTE, tuvieron el cinismo de cubrirse el rostro. Otros cargaron con todo lo que pudieron llevarse.

Lo cierto es que estos supuestos trabajadores de la educación exhibieron, una vez más, que no son maestros, que no tiene educación y que son verdaderos delincuentes.

Estos vándalos nos recuerdan que en algunas regiones del país no existe la autoridad y tampoco hay quien aplique el Estado de derecho.

Estos delincuentes retratan de cuerpo completo la impunidad rampante que cunde en el país.

¿Qué significa que supuestos maestros vandalicen el palacio municipal; el recinto de la autoridad en un municipio?

¿Cómo entender que estos individuos delincan a plena luz del día –algunos con el rostro descubierto– y que demuestren, con sus actos, que sus crímenes no recibirán castigo?

¿Qué le dice que en la democracia mexicana algunos vandalicen… mientras que en dictaduras –como la venezolana– otros roben por hambre?

¿Qué relación puede existir entre un programa de reformas estructurales –que incluye la reforma educativa– con el saqueo a una tienda?