Topo Chico; el bronco tiene responsabilidad política

Todo el mundo sabe que el miércoles 10 de febrero, un motín en el penal de Topo Chico costó la vista a 49 personas.

Todo el mundo habla de que el esquema de autogobierno al interior de la prisión, la sobrepoblación y los groseros casos de corrupción explican, en buena medida, la batalla campal que terminó con la existencia de medio centenar de individuos.

Sin embargo, es importante hacer algunas precisiones.

En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Juan Miguel Alcántara Soria –ex titular del secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública–, advirtió que otros penales –como el de Chalco y Cuautitlán en el estado de México–, se encuentran en condiciones similares o incluso peores a las de Topo Chico.

Alcántara también dijo que los problemas de Topo Chico no son exclusivos de ese penal. En realidad, se trata de un cáncer que se ha enquistado en todo el sistema penitenciario del país.

Actualmente, según las cifras oficiales, en la mitad de los centros penitenciarios muestran problemas de sobrepoblación y de violaciones a derechos básicos.

Es así que el experto urgió a implementar el Nuevo Sistema de Justicia Penal el cual, entre otros cambios, considera alternativas a la prisión y se enfoca en mejorar las condiciones de vida de quienes purgan sentencias en las cárceles mexicanas.

Y aunque nadie podría negar el contexto de falta de control, e instituciones débiles y de autoridades omisas, nada de eso disminuye la responsabilidad que corresponde al gobierno de Nuevo León en manos de Jaime Rodríguez, el Bronco.

Cierto, el sistema penitenciario se cae a pedazos, pero eso no cambia que al inicio del gobierno del Bronco, se relegó a la Secretaría de la Defensa Nacional que, junto con las fuerzas locales, era responsable de mantener vigilado el penal de Topo Chico.

Tampoco cambia que las autoridades estatales relajaron los controles de seguridad en esta prisión.

Y no cambia las responsabilidades políticas del gobernador Rodríguez y de su secretario de Seguridad Pública; quienes tienen la encomienda de operar los centros penitenciarios del Estado.

Al final del día, la situación al interior de los penales puede ser desastrosa, no obstante, el único responsable de conducir y de operar las cárceles estatales es el gobernador; en el caso de Topo Chico, el Bronco.