¿Todos somos Gonzalo Rivas?

El Senado de la República dio a conocer que se presentó la candidatura de Gonzalo Rivas Cámara para recibir—post mortem— la medalla Belisario Domínguez, que se entrega a aquellos hombres y mujeres distinguidos que han servido a la nación y a la humanidad.

Y es que cuatro personas físicas y morales distintas pidieron entregar el reconocimiento a Rivas Cámara, quien  murió al tratar de apagar un incendio en una gasolinera durante una protesta de normalistas de Ayotzinapa; el 12 de diciembre de 2011 en Chilpancingo, Guerrero.

Aunque muchos aceptan los méritos que tiene Gonzalo Rivas por arriesgar su vida a pesar de las consecuencias fatales, también hay quienes se oponen a que sea condecorado.

Entre las voces que se oponen a la candidatura de Rivas a la medalla Belisario Domínguez, destaca la de Vidulfo Rosales, abogado de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Rosales argumenta que el reconocimiento a Rivas sería parte de una maniobra para imputar a los estudiantes normalistas la responsabilidad del siniestro en la gasolinería aquel 12 de diciembre de 2011 sin que —según él— haya pruebas que lo demuestren. Asimismo, el abogado sugiere que dos normalistas fallecidos durante el desalojo de la Autopista del Sol en 2011 también deberían ser acreedores a la medalla.

Al respecto, Rosalba Casimiro, viuda de Gonzalo Rivas, señala que los normalistas le arrebataron la vida a su marido y dejaron sin padre a sus dos hijas. Además lamenta que los estudiantes puedan cometer actos vandálicos sin que se les ponga un alto y califica como una aberración la posibilidad de que personas que llevan a cabo hechos violentos puedan ser nominadas a la medalla Belisario Domínguez, tal como sugiere Rosales.

Lo cierto es que el tema de Gonzalo Rivas se ha politizado a tal grado que representa un duro golpe para los normalistas.

Por un lado, el fallecido escritor Luis González de Alba —quien enalteció las acciones de Rivas a través de sus columnas—; las cuatro personas físicas y morales que solicitaron que se entregue la medalla al héro;, y muchos otros ciudadanos, consideran que las acciones de Rivas son merecedoras de los más altos honores.

Pero los normalistas —y la CNTE— se oponen porque el reconocimiento del heroísmo de Rivas conlleva también el reconocimiento de que las acciones de la CNTE son criminales, de que su modus operandi es vandálico y de que actúan al margen de la ley.

Contrario a lo que afirma Rosales, la medalla para Gonzalo Rivas no “criminaliza” a los normalistas. Pero no porque no los vincule al crimen, sino simplemente porque ellos no son víctimas, sino victimarios.