El líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, criticó –otra vez–, a Miguel Ángel Mancera.
Obrador acusó a Mancera de repartir tinacos para obtener votos o ganar simpatizantes.
Lo relevante del asunto no es la supuesta falta de Mancera, sino la incongruencia del señor Andrés Manuel.
Y es que su partido habría regalado tinacos en una elección.
Todo ocurrió hace meses, en el proceso electoral extradordinario para elegir alcalde –el pasado marzo– en el municipio de Chiautla, Edo. Méx., en donde Morena quedó en segundo lugar.
De acuerdo con las pruebas, el partido de Andrés Manuel recorría las calles del municipio regalando tinacos; y de acuerdo con los hechos, todo sería con el fin de convencer a los ciudadanos de votar por el candidato a la alcaldía, José Miguel Aguirre…
Hoy, el líder de Morena denuncia las trampas del PRI, pero tal parece que las conoce bien y sabe que sí funcionan, pues también las habría aplicado.
Además, dicen los enterados que el partido de Andrés Manuel peleó duro aquel municipio mexiquense ya que el Estado de México es el próximo objetivo de Morena.
Si no, ¿cómo se explican que la FEPADE haya repetido la elección bajo el argumento de que el candidato del PRI, Ángel Melo, había iniciado su campaña electoral con la presencia de un clérigo? ¿Ese es un delito electoral? ¿Cómo explican que la misma instancia haya accedido a un segundo round con un expediente de 20 denuncias, de las cuales sólo se investigaron 10?
Insistimos… Andrés Manuel es el político de las incongruencias que como dice una cosa, dice otra, ¿o no?
