Tenía que ser Oaxaca… misoginia electoral

Este fin de semana, los candidatos a una diputación local con las siglas del PRI y del Partido Verde quedaron –momentáneamente–, fuera de la contienda.

Debido a inconsistencias en el registro de sus aspirantes, el Tribunal del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) prohibió a los candidatos hacer campaña.

De acuerdo con una denuncia del Partido del Trabajo, el Instituto Electoral de Oaxaca habría aprobado las candidaturas a diputados locales empleando un parámetro distinto al oficial.

Para favorecer la competitividad y la equidad de género, los árbitros electorales evalúan las posibilidades de triunfo de los partidos y se aseguran de que tanto los candidatos como las candidatas se inscriban en distritos en que sus partidos tienen posibilidades de triunfo.

No obstante, en el caso de Oaxaca, no se consideró el reporte de competitividad, y el PRI concentró a sus candidatas a distritos donde no tienen posibilidades de triunfo.

Es decir, que los tricolores enviaron a sus candidatas al “matadero electoral”.

Es así que el Tribunal mandató al Instituto electoral de Oaxaca a corregir sus listados. En consecuencia, los tricolores “bajaron” a su candidato en Tlacolula, Francisco Maldonado y habilitaron a la exdiputada Sofía Castro.

Mientras que la alianza que encabezan el PAN y el PRD tuvieron que hacer lo propio con su candidato Pedro Silva; a quien sustituyeron con su cuñada, Erika Cruz Cruz.

Tenía que ser Oaxaca, donde nuevamente vemos la misoginia electoral.