Tamaulipas y el narco, más que un pleito electoral

De cara a las elecciones del próximo 5 de junio, tanto el PRI como el PAN de Tamaulipas se acusan de tener relación con el crimen organizado.

Es así que, hace horas, el Revolucionario Institucional presentó ante la PGR “evidencias” de que el candidato panista, Francisco García Cabeza de Vaca recibiría apoyo del crimen organizado. Entre las “evidencias” que presentó el PRI se encuentra una fotografía que muestra a hombres armados sobre una camioneta con el logotipo de campaña de Cabeza de Vaca.

Sin embargo, lo cierto es que la imagen presentada por los priistas corresponde a una fotografía truqueada que, originalmente, muestra a integrantes de los grupos de autodefensas de Michoacán.

De hecho, la imagen original –tomada en 2013 por Cuartoscuro– muestra una paloma blanca y no unos cuernos utilizados por el PAN en la campaña de Cabeza de Vaca.

En esta lógica, el PAN defendió a su candidato y dijo que la fotografía fue alterada por el mismo PRI.

Pero más allá de estas acusaciones, los panistas y priistas parecen ignorar que su rebatinga política está muy cerca de trivializar un problema sumamente serio.

Y es que, al abaratar las acusaciones que vinculan a algún político con los criminales organizados, en realidad, los partidos que disputan la gubernatura anulan una amenaza que tiene a los tamaulipecos entre la espada y la pared.

Mientras los tricolores fabrican pruebas y los azules regresan el favor, el narco opera sin control en Tamaulipas, ¿quiere pruebas?

  • En pleno proceso electoral de 2010, Rodolfo Torre, candidato del PRI a la gubernatura, fue asesinado por un comando armado.
  • A los exgobernadores tamaulipecos Eugenio Hernández y Tomás Yarrington los acusan de tener relación con el narco.  
  • Raúl Antonio Rodríguez Barrera, exalcalde de Miguel Alemán y ex comandante de la Policía Judicial Federal en Nuevo Laredo, fue asesinado en 2012.
  • David Manríquez Pérez, expresidente municipal de Llera de Canales, fue asesinado en 2014.
  • Benjamín Galván Gómez, ex alcalde de Nuevo Laredo, fue secuestrado y asesinado en febrero de 2014.
  • Luis Javier Hernández Juárez, ex alcalde de Villagrán y líder del grupo musical Conjunto Privilegio, fue asesinado en octubre de 2015 cuando amenizaba un baile en el municipio de Hidalgo.
  • En marzo de 2015, la alcaldesa de Matamoros, Norma Leticia Salazar Vázquez, sufrió un atentado.  
  • Mario de la Garza Garza, alcalde de San Fernando, también fue víctima de un atentado ejecutado en mayo de 2015.
  • En 2010, José Felipe García, alcalde electo de Cruillas, fue levantado en por un comando armado.
  • Alfonso Sánchez Garza, exalcalde de Matamoros, sufrió un intento de secuestro la mañana del 26 de agosto de 2014.  
  • Lorenzo Morales Amaro, alcalde de Güemez, fue levantado en julio de 2013 por tres hombres armados.
  • Las renuncias de los funcionarios públicos por amenazas han dejado a municipios sin gobernantes locales.  
  • Los bloqueos y enfrentamientos protagonizados por los narcos son comunes en la entidad.
  • El pago de derecho de piso es cotidiano.
  • Los administradores de la página de Facebook “Valor por Tamaulipas” fueron acosados por el crimen organizado por documentar e informar los hechos de violencia que se daban en el estado.
  • En 2014, la doctora tamaulipeca María del Rosario Fuentes Rubio, tuitera activa que denunciaba casos de violencia, fue secuestrada y después asesinada. Imágenes de la doctora muerta fueron colocados en Twitter.
  • El 24 de septiembre de 2011, la bloggera María Elizabeth Macías Castro –quien se hacía llamar en redes “la nena de Laredo”. Junto al cadáver de Macías colocaron dos teclados de computadora, un reproductor de discos y varios cables. Su delito fue publicar reportes de hechos violentos a través del portal Nuevo Laredo en Vivo.
  • En agosto de 2010, se dio el asesinato masivo de 72 migrantes en el municipio de San Fernando. Los cuerpos fueron hallados en una fosa clandestina.
  • Los secuestros, los robos y los asesinatos están a la orden del día.
  • El hostigamiento a los candidatos se ha vuelto parte de la campaña.
  • Y así otros problemas no menores: robo de combustible, extorsión, trata de personas, lavado de dinero…
  • Además, en el marco del proceso electoral, al menos 52 candidatos a distintos cargos de elección, en 12 de los 43 municipios de Tamaulipas, han renunciado a sus aspiraciones por supuestas presiones de los criminales. Aunque el Instituto Electoral de Tamaulipas sostiene que las renuncias se dan “por convenir a sus intereses”.

Esta abrumadora realidad, es la que los panistas y priistas desestiman con sus triquiñuelas electorales, ¿serán conscientes de su irresponsabilidad?