Tajamar, ¿por qué hasta ahora?

De la noche a la mañana, los mexicanos se convirtieron en fervientes defensores de la noche a la mañana.

De la noche a la mañana, miles se dieron cuenta que el desarrollo industrial –y turístico–, atenta contra los ecosistemas de la península de Yucatán.

De la noche a la mañana, muchos se enteraron que existe una cosa llamada Trajamar y que la construcción de un malecón comercial ocasionó la destrucción de un manglar.

Sin duda, el ecocidio en Quintana Roo es lamentable.

La pérdida de manglares a causa del proyecto conocido como Malecón Tajamar es gravísima.

Y es igualmente penoso que se ponga en riesgo a las miles de especies animales y vegetales que habitan en la zona.

Sin embargo, no está de más señalar que la devastación en los manglares de toda la península de Yucatán –no sólo en Quintana Roo–, no es de hoy y no tiene pocos meses.

En realidad, si se observa la zona con cuidado, es evidente que alrededor del malecón Tajamar existen otros complejos hoteleros.

Es decir, que el daño ecológico ha ocurrido desde hace años.

Por eso preguntamos, ¿cuál fue la chispa que incendió la pradera? ¿por qué en este momento se convirtió en un escándalo nacional lo que ocurre en Tajamar?

Aquí creemos que detrás del revuelo mediático existe una intención política. Y es que, como ya hemos comentado, Quintana Roo es uno de los 12 estados que elegirán gobernador el próximo 5 de junio.

Acaso por eso, el gobernador Roberto Borge –sin duda, uno de los peores gobernadores en activo–, se ha convertido en el blanco de todo tipo de reclamos y acusaciones.

Por cierto, no sobra recordar que junto con Borge, otros gobernadores en el ojo del huracán son Javier Duarte –por los desaparecidos de Tierra Blanca–, y Mario López Valdez por el caso del Chapo Guzmán. Y curiosamente, en los tres estados se elegirá gobernador en junio.