El STC Metro no debe seguir pagando subsidios a usuarios o, al menos, eso es lo que asegura el director de este organismo, Jorge Gaviño.
Lo anterior no significa que se acabarán las tarjetas de entrada gratuita de personas mayores o con capacidades diferentes; sino que, según lo que propone Gaviño, sean otras dependencias del Gobierno del Distrito Federal las que absorban el gasto de esos subsidios.
Gaviño enviará su propuesta a la ALDF y, de ser aprobada, ahorrará al Metro los recursos empleados en casi 550 mil personas cuyos viajes son subsidiados. “(…) la propuesta es que los que tengan subsidio de gratuidad tengan una credencial en la que se reporte cada viaje y luego los recursos fueran transferidos al Metro por las dependencias o secretarías que corresponda. Es decir, cada quien debe dar el subsidio que le corresponde de acuerdo con su materia”, dijo el titular del Metro. Estas medidas ahorrarían cerca de 2 millones 750 mil pesos al día, que se invertirían en otros rubros, como el mantenimiento de los convoyes y las instalaciones.
Y Gaviño no paró ahí. También propuso que la CFE otorgue un subsidio a grandes consumidores dedicados al servicio público. Y no es para menos, pues, según cifras oficiales, el “recibo” de luz del Metro suma alrededor de 2 mil millones de pesos cada año.
Después de la lamentable actuación de Joel Ortega –que parecía más interesado en la grilla que en el servicio–, las propuestas y el trabajo de Jorge Gaviño se ven como un verdadero compromiso por rehabilitar el agotado y viejo Metro.
Poco a poco, Gaviño ha cumplido cada una de las metas que se propuso de inicio: la circulación de vagoneros ha disminuido y se ha erradicado casi en su totalidad a los molestos bocineros. Por supuesto que aún quedan pendientes –no son pocas las estaciones del Metro que se encuentran en una situación lamentable, lo mismo que los trenes– pero también es cierto que, a juzgar por el trabajo realizado, la designación de Gaviño fue un acierto del jefe de gobierno.
