¿Se va Norberto Rivera?

Con el paso de los años, la imagen de Norberto Rivera Carrera –arzobispo primado de México–, se ha deteriorado. Que si por su relación con los ricos y poderosos; que si encubre a sacerdotes pederastas; que si se alejó de los pobres, que si no predica con el ejemplo, que si tiene relaciones con el crimen organizado, que si está peleado con el Vaticano, que si, que si, que si…

Y aunque para muchos Rivera parece intocable, hoy el Cardenal parece pagar los saldos de la visita más reciente del Papa Francisco. Prueba de ello es que algunos analistas religiosos coinciden en que el cardenal debería abandonar el cargo.

Vayamos por partes.

Dicen los enterados que al “cardenal de los políticos” le enojó que el encuentro del papa jesuita con la Iglesia mexicana –en la Catedral Metropolitana– haya sido televisado. Ahí, como todo el mundo sabe, el Papa regañó a los prelados y exhibió sus deficiencias. Francisco, además, dijo a los obispos que debían evitar parecer príncipes, que no se dejaran corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras por debajo de la mesa. Finalmente, el vicario de Cristo llamó a la jerarquía católica a no “poner su confianza en los carros y caballos de los faraones actuales”.

Además, durante la estancia del Papa en nuestro país, a Norberto se le vio como una sombra del obispo de Roma. En más de una ocasión, el cardenal apareció incómodo y molesto. Además de que su participación en la organización de la visita papal fue prácticamente nula.

Pero hay más. A su regreso a Roma, el Papa Francisco fue cuestionado por periodistas sobre el caso de Marcial Maciel y el encubrimiento en México a sacerdotes pederastas. El Pontífice no tuvo reparo en advertir: un obispo que cambia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia. ¿A quién le habló Francisco?

Aparentemente, el mensaje no fue para Norberto Rivera, quien a pregunta explícita recordó que él no iba en el avión y que no sabía del tema. Aparentemente, el custodio de la imagen de la Virgen de Guadalupe hizo como que la Virgen le hablaba.

Sobre todo porque, a pesar de que Rivera parece harto de negar e ignorar los casos de pederastia dentro de la Iglesia católica mexicana, personajes como Alberto Athié — exsacerdote y defensor de víctimas de abusos– ha demostrado el encubrimiento de Norberto a sacerdotes pederastas.

Más aún, para Elio Masferrer –presidente de la Sociedad del Estudio de las religiones–, Norberto Rivera “fue un cachorro de Maciel” que defendió al fundador de Los Legionarios de Cristo, acusados de cometer y encubrir abusos.  Según Masferrer, Norberto Rivera sabe que es “un mariscal de la derrota” y apunta que México es un bastión para el Vaticano, pero que urge cambiar de política.

A su vez, el Doctor Roberto Blancarte –conocedor de estos temas– afirma que Rivera no quiere dejar el arzobispado “sin dar pelea y sin insistir en algunos de los temas que, a pesar de su diluida gestión, ha querido promover”: La familia y la vida. Asimismo, Blancarte auguró que Norberto ganaría notoriedad en la visita del Papa debido a las diferentes posturas que tienen en temas como el divorcio y los homosexuales.

Finalment, Bernardo Barranco –otro experto en temas religiosos– señala que “el cardenal vive una soledad política y eclesiástica”. Las acusaciones de pederastia y la visita del Papa lo fueron un duro golpe para Rivera.

¿Pero Norberto Rivera debería de renunciar?

Más allá de las acusaciones contra Rivera Carrera– y como lo marca el derecho canónico–, el cardenal Norberto debería renunciar pues está próximo a cumplir 75 años de edad. Será el mismo Papa quien decida si acepta –o no– su renuncia.

Al respecto, no está de más recordar que –según se ha dicho–, Norberto Rivera no votó para que Jorge Mario Bergoglio fuera electo Papa. Además, cuando ambos se encontraban en el colegio cardenalicio, Jorge Mario Bergoglio no gustaba viajar a Roma, mientras que Rivera era un visitante frecuente en la “Ciudad Eterna”. Es decir, se trata de personajes contrastantes.

Además, mientras que el argentino pregona la humildad, el mexicano es señalado por “vivir con lujos”.  Ambos se conocen bien. Uno es polémico por sus declaraciones en temas como el aborto, la homosexualidad, el medio ambiente y el divorcio; el otro se mantiene lento y callado.

Incluso Francisco dijo que de no ser porque la Virgen de Guadalupe se encontraba en la Ciudad de México, no hubiera venido. Aunado a esto, cabe recordar que Benedicto XVI no vino a la Ciudad de México y su primera visita apostólica a México la hizo en Guanajuato, León y Silao.

Por todo lo anterior, según los expertos, Bergoglio aceptaría la renuncia de Norberto Rivera, quien pasaría ser arzobispo emérito de México y cardenal elector al cumplir los 80 años de edad. Y sólo el tiempo nos dejará ver si la renuncia de Norberto Rivera se debería a la edad o a las múltiples presiones de encubrimiento por casos de pederastia.