Se sigue propagando el terrorismo en el mundo

Dicen que el terrorismo no tiene religión. Sin embargo, los actos de terror en contra de personas inocentes suelen escudarse en el nombre de un ser supremo.

La mañana del 22 de marzo, en el Aeropuerto y el Metro de Bruselas, en Bélgica, supuestos integrantes del Estado Islámico detonaron artefactos explosivos y provocaron la muerte de 38 personas y heridas alrededor de 340.

Las víctimas de Bruselas se suman a las cinco muertes del atentado suicida en Estambul, capital de Turquía, ocurrido el 19 de marzo, también por cuenta del Estado Islámico.

De los últimos atentados terroristas que se tienen registro sucedieron este fin de semana en un parque de Lahore, Pakistán. En el ataque murieron 71 personas—30 menores de edad–, miembros de una comunidad cristiana que celebraban la Pascua.

Asimismo, 50 personas—entre ellas niños y jóvenes–, murieron en un ataque terrorista  perpetrado este fin de semana en un estadio de futbol al sur de Bagdad, Irak.

Igualmente este fin de semana, 22 personas perdieron la vida en tres ataques del Estado Islámico llevado a cabo en Yemen.

De acuerdo con el Índice Global de Terrorismo, en 2014, el número de muertes por terrorismo se incrementó en 80 por ciento si se compara con las bajas del año anterior. Este fue el mayor incremento anual en los últimos 15 años. Según el reporte, alrededor de la mitad de las 32 mil 685 víctimas fueron civiles.

El dato es alarmante. Desde el comienzo del Siglo XXI, el número de muertes por actos de terror se ha multiplicado por nueve. En el año 2000 la cifra era de 3 mil 329, mientras que en 2014, el número llegó a 32 mil 658.

Por otro lado, el mismo Índice Global de Terrorismo –que elaboró el Instituto para la Economía y la Paz–, deja ver que los atentados se concentran en cinco países: Irak, Nigeria, Afganistán, Pakistán y Siria. Entre los cinco Estados reunieron el 78 por ciento de las muertes por terror de 2014. Además, el Estado Islámico y Boko Haram se atribuyeron el 51 por ciento de los ataques.

Eso sí, en el mismo reporte se indica que el terrorismo se ha extendido a más países. El número de naciones que sufrieron más de 500 muertes por esta causa creció de 5 a 11; un aumento del 120% respecto al 2013. Los seis agregados a la lista son Somalia, Ucrania, Yemen, República Centroafricana, Sudán del Sur y Camerún.

“Mientras que la mayor parte de los Estados del mundo no sufrieron una sola muerte por terrorismo, el número total de países que experimentaron al menos una aumentó en ocho, elevando el total a 67 en 2014. Esto incluye a países de la OCDE como Austria, Australia, Bélgica, Canadá y Francia.

Aunque los ataques se asocian mayormente en nombre de Alá, cabe señalar que el  fundamentalismo islámico no fue el principal impulsor de los ataques de “lobos solitarios” en Occidente. El 80 por ciento de las muertes derivadas de esta clase de ataques son atribuidas a una mezcla de extremistas de derechas, nacionalistas, elementos antigubernamentales, otros tipos de extremismo político y supremacistas blancos.

Además, como lo señala el portal Letra Roja, en 2014, en Europa hubo 290 incidentes que dejaron 31 muertos. Es decir, que los terroristas demostraron su capacidad para perpetrar ataques letales y sofisticados en Occidente.

Según las estimaciones que recoge el Índice de Terrorismo Global, Francia es el país europeo desde el que más personas han viajado a Siria e Irak en 2015. Se presume que estos individuos habrían viajado a esos países para unirse al Estado Islámico. Es así que el año pasado, ISIS habría reclutado unas mil 700 personas, además de las mil 400 que salieron de Alemania y del Reino Unido, 700 de cada uno.

En el caso de España, entre 50 y 100 personas se han desplazado a la región este año.

Aunque el último índice Global de Terrorismo abarca hasta 2014, las víctimas de atentados terroristas aumentaron en 2015.

Y a los atentados en Bruselas y Turquía se suman otros tantos cometidos en lo que va del primer trimestre del año:  

El 2 de enero,  dos terroristas y tres miembros de las fuerzas de seguridad de India murieron en un atentado a la Estación de la Fuerza Aérea de Pathankot, parte del Comando Aéreo Occidental de la Fuerza Aérea de India.

Un grupo de presuntos extremistas islámicos detonaron, el 7 de enero, un camión bomba en un centro de formación policial en Libia, donde murieron alrededor de 65 personas.

El 11 de enero, 132 personas murieron– entre seis terroristas–,  en una serie de atentados que se produjeron en Bagdad, Muqdadiyah y Sharaban.

El 14 de enero se registraron explosiones y disparos en un centro comercial de Yakarta, donde siete personas—cinco de ellos terroristas–, murieron y 24 resultaron heridas.

El 15 de enero, 30 personas—19 extranjeros–, murieron en un ataque perpetuado con armas de fuego en el centro de Uagadugú, capital de Burkina Faso.  

El 20 de enero, varios hombres armados abrieron fuego en la Universidad Bacha Khan, en Charsadda, Pakistán; que dejó un saldo de 20 personas muertas, entre ellas algunos estudiantes.

A finales de enero, al menos 70 personas murieron en un ataque perpetuado por Boko Haram en Dalori Village—cerca de Maiduguri,Nigeria–.

El 31 de enero, 60 personas murieron en un ataque con dos bombas suicidas y la explosión de un choche bomba en Sayydah Zaynab, principal ciudad chiita cercana a Siria.

El 17 de febrero se produjo un atentado en la capital turca Ankara, que dejó un saldo de 29 personas muertas y 61 heridos.  El 13 de marzo murieron otras 37 personas y 122 resultaron lesionadas en otro atentado en Ankara.

El mismo 13 de marzo, 14 civiles, dos militares y seis periodistas murieron en un atentado al complejo hotelero de Grand-Bassam, en Costa de Marfil.  

Y el 2015 también estuvo marcado por el terrorismo:

En enero del año pasado, 12 personas del semanario Chalie Hebdo murieron después de que los hermanos Kouachi abrieran fuego a las instalaciones de la publicación, en París. Un día después, también en la capital francesa, un sujeto mató a cuatro civiles y un policía al asaltar un supermercado kosher.

En febrero de 2015, cuatro atentados perpetrados en Nigeria, Copenhague y Libia, murieron 147 personas.

En marzo, cinco personas murieron en un atentado en Mali, mientras que 20 turistas fallecieron en actos de terrorismo contra su autobús en el Museo Bardo, de Túnez.

El 2 de abril murieron 147 personas y más de 80 quedaron heridas en un ataque de la milicia somalí Al Shabab, en la Universidad de Garissa, Kenia.

En Mayo, varios hombres armados tirotearon un autobús de chiíes en Karachi, Pakistán, y dejaron 45 muertos.

A finales de junio, murieron 38 turistas murieron en un atentado contra dos hoteles en Susa, Túnez. Además en atentado contra una mezquita chíi en Kuwait cobró la vida de 35 personas y en Francia, un empresario fue decapitado por un salafista en una planta química.

En julio murieron 132 personas en atentados terroristas perpetrados en Afganistán, Pakistán, Turquía y Nigeria.

En agosto, murieron 172 personas a manos de terroristas.

En septiembre, murieron 156 personas a manos de Boko Haram y del Estado Islámico.

En octubre murieron 412 personas, de las cuales 102 fallecieron en un atentado suicida, cuando se realizaba una marcha a favor de la paz, en Ankara, Turquía.

En noviembre, en un doble atentado dejó al menos 43 muertos en Beirut.

En un hecho sin precedente en Francia, 130 personas murieron en ataques simultáneos del Estado Islámico en París.

En diciembre, 14 personas murieron en un tiroteo en California, y el gobernador de la ciudad yemení de Adén, Yafar Mohamed Saad, murió junto a cinco de sus guardaespaldas en un atentado con coche bomba perpetrado por el Estado Islámico.