Se desinfla AMLO

Durante los últimos doce meses, cuando era el único precandidato presidencial en campaña, el señor Andrés Manuel López Obrador encabezaba todas las preferencias. El resultado de dichos sondeos era normal, ya que ninguno de los aspirantes de otros partidos había disputado y, sobre todo claramente se había declarado aspirante.

Al paso del tiempo se decantó una larga lista de presidenciables, de todos los colores y sabores; de todas las tendencias.

Hoy López Obrador es uno más de los muchos precandidatos con posibilidades reales. Por eso ya no es el puntero, no es el único y tampoco el más aventajado. En realidad, abundan los indicios de que la de López Obrador es una precampaña que se desinfla.

Y si tienen dudas basta revisar las más recientes encuestas. En todas ellas el señor López aparece empatado y en franco declive de simpatía y preferencias con precandidaturas crecientes, como la de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón.

Resulta curioso que mientras Margarita crece de manera sostenida el señor López cae de la misma forma; consistentemente.

Pero además también es notorio que otros presidenciables que estarán en la pelea final empiezan a consolidar su posicionamiento.

Nos referimos, por ejemplo, a Miguel Ángel Mancera jefe de gobierno del Distrito Federal, cuya imagen empieza a recuperar posiciones a pesar de que la ciudad no vive sus mejores momentos. En delantera es un fenómeno peculiar de simpatía natural; simpatía que lo llevó a ganar la jefatura de gobierno de manera arrolladora.

En esa misa lista de precandidatos crecientes aparecen el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio y el gobernador del Estado de México Eruviel Ávila. Los dos casos se tratan de priístas que remontan posiciones poco a poco, y empiezan a consolidarse como aspirantes serios por parte del PRI.

Según las encuestas todos los precandidatos de todos los partidos muestran crecimiento, salvo el señor López Obrador, quien busca la candidatura presidencial desde hace por lo menos 15 años.

Sin embargo, existe un factor adicional y novedoso que opera en contra del interés del señor López Obrador. Nos referimos a la caída de los populismos en países como Argentina, Venezuela, y Brasil. Como todos saben en esas tres naciones –los tres grandes del cono sur latinoamericano-, se vive una severa crisis de gobernabilidad producto de malos gobiernos que se movieron en dirección al populismo.

Más aún en los dos primeros casos el de Argentina y Venezuela los seguidores de López Obrador se encargaron de idealizar a esos populismos, en especial el de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela.

La crisis general que viven esos tres gobiernos, emblema del populismo y ejemplo a seguir por López Obrador, parece empezar a repercutir en la popularidad del tabasqueño.

Dicho de otra manera, que mientras en América Latina el populismo va de salida, en México López Obrador buscará una tercera postulación para conducir a México en dirección a ese populismo caduco y que tiene en la ruina a Argentina, Venezuela y Brasil.

Es decir que López Obrador también puede ir de salida.

Al tiempo.

Tomado de La Silla Rota