Se agudiza crisis en Venezuela

La crisis en los precios del petróleo ha sacudido al mundo. Sin embargo, el golpe es mayor en los países con una economía petrolizada; países como México y Venezuela. Sin embargo, incluso entre las economías petroleras hay algunas más golpeadas que otras. Para muestra, algunas cifras:

En Venezuela, donde la gasolina era la más barata del mundo, el precio se ha multiplicado un mil 328.5 por ciento. Es decir, que si en 2014 el litro de gasolina costaba lo equivalente a tres pesos mexicanos, hoy su precio ronda los 17 pesos.

Por otro lado, en México, el costo del combustible se estabilizó en 14 pesos.

Mientras que la inflación en Venezuela, de acuerdo con reportes de 2015, fue de 141.5 por ciento, su contracción económica fue de 7.1 por ciento y el déficit público llegó al 28 por ciento; en México, el Producto Interno Bruto tuvo un aumento de 2.5 por ciento y la deuda externa equivale al 20 por ciento del PIB.

En otro sentido, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto tomó la decisión de “despetrolizar” la economía. Actualmente, los ingresos por petróleo en México suman el 9.2 por ciento de los ingresos del país; mientras que en Venezuela, el “oro negro” es igual al 85.1 por ciento del PIB.

Finalmente, de acuerdo con el Banco Mundial, Venezuela aparece en la posición 31 –de 194 países–, y México ocupa el puesto número 15.

Al respecto, el periodista Luis Carlos Díaz comentó a La Otra Opinión que la centralización del gobierno de Nicolás Maduro es, en buena medida, la responsable de la catástrofe social, política y económica que vive Venezuela.

Y es que, si el gobierno de Maduro controla el 99 por ciento de los dólares –que entran por concepto de petróleo–, corresponde al gobierno de Maduro decidir qué se importa y qué no. Es así que hoy se vive un desabasto de alimentos básicos, de medicinas y de productos indispensables en el cotidiano venezolano.

Además, los controles excesivos de la administración de Maduro han detonado el aumento excesivo de los precios, como ocurrió con el café este miércoles, cuyo costo aumentó un 40 por ciento.

En esta lógica no sorprende que Venezuela sea el país que más ha retrocedido en América Latina y que en la elección parlamentaria de diciembre del año pasado, la oposición aplastara a los candidatos del oficialismo.

No obstante, a pesar del triunfo de la oposición, Díaz advierte que el cambio podría tardar en llegar. ¿Por qué?

Uno. Porque la elección presidencial en Venezuela será hasta 2019.

Dos. Porque sin la presión del legislativo, Maduro no tiene incentivos para renunciar.

Y tres. Porque los militares –quienes soportan el gobierno de Maduro–, tienen grandes negocios con el gobierno chavista y tampoco apoyarían un cambio de gobierno.

Por eso, a pesar de la escasez, a pesar de la gravedad de la crisis y a pesar de la pesadilla que viven millones de venezolanos; todo indica que las buenas noticias tardarán en llegar.