SCJN; ilegítimo que grupos sociales candidateen a sus cuates

En los previos a la designación de dos nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, existen voces interesadas en transparentar el proceso, en que se nombre a dos mujeres –y no a dos hombres–, y en evitar que al Pleno de la Corte lleguen los cuates del presidente.

Y tienen razón. El proceso de selección debe ser transparente, debe ser legal, debe ser legítimo, debe favorecer la equidad y debe evitar el amiguismo.

Sin embargo, también es cierto que algunos preocupados por tumbar a los cuates del presidente, están más interesados en empujar a sus propios cuates que en blindar la elección de los próximos ministros.

De hecho, la intención de estas facciones es tan evidente que ya se dice que, en realidad, lo que estos farsantes buscan es apoyar alfiles de Andrés Manuel López Obrador.

O si lo prefiere, que mientras unos gritan para evitar que los “cuates” y las “cuotas” del presidente lleguen a la Corte; también empujan e intentan llevar a los “cuates” y “cuotas” de Obrador al Pleno de la Corte.

A propósito del tema, el Doctor José Antonio Caballero, Investigador de la División de Asuntos jurídicos del CIDE, calificó de ilegítimo aprovechar los esfuerzos por depurar la selección de ministros, para candidatear a cercanos. Por lo anterior, el académico invitó a determinar estándares mínimos que permitan que sólo los mejores candidatos ocupen un asiento en la SCJN.

El Doctor Caballero recordó que no es común que la elección de un ministro atraiga la atención mediática. Según dijo, fue necesario que los togados retomaran asuntos de interés público –con amplia cobertura mediática–, para que los ciudadanos de a pie se interesaran en el nombramiento de quienes conforman el pleno de la Corte.

En esta lógica, son muchos los que opinan que llegó el momento de repensar y replantear los procesos de designación. Y es que, continuó Caballero, existen vicios de origen que comprometen la viabilidad de los nombramientos.

Por ejemplo, para José Antonio Caballero, el hecho de que el presidente envíe una terna al Congreso obliga a los candidatos a placearse por el Senado y a comprometer la imparcialidad de su trabajo.

Y debido a que cualquiera podría ser juzgado por la Corte –en algún momento de la vida–, los elegidos deben llegar al cargo como parte de un plan de largo aliento, no como una estrategia de cuotas o cortoplacista.

Por lo anterior, el Doctor Caballero concluyó diciendo que quienes lleguen al pleno de la Corte deberán garantizar la imparcialidad y la estatura de una institución como la cabeza del Poder Judicial en México. Ya sean abogados, académicos o jueces, lo importante es, en opinión del experto, que el proceso sea sólido, que cuente con respaldo social, que no parezca sesgado y que no termine secuestrado por el Poder Ejecutivo, por el Legislativo o por los partidos políticos.