Tras la Contingencia Ambiental –que desató el caos en la Ciudad de México y provocó severas críticas al jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera–; el gobernante capitalino parece buscar formas de recuperar el apoyo de la ciudadanía.
Este viernes, Mancera aprovechó el descontento con la empresa Über –que elevó sus tarifas durante los días del No Circula reforzado–, y anunció que intentaría regular a la compañía.
Si bien es cierto que Übr –en el colmo del oportunismo–, elevó hasta 10 veces el costo de sus viajes; también es cierto que en una economía de mercado, los precios se fijan por oferta y demanda.
Es decir, que si hay menos automóviles –pues algunos no circulan– y existe mayor demanda –porque los usuarios no tienen otras formas de transportarse–, entonces es natural que aumenten los precios.
Evidentemente, algunos ususario se mostraron incómodos con el incremento en las tarifas y se fueron a la yugular de la empresa de transporte que, en condiciones normales, suelen aplaudir y presumir.
Es así que, ante las duras críticas a su gobierno por endurecer las restricciones de tránsito, el Gobierno de la Ciudad de México se incluyó en el debate, calificó los precios de Über como un abuso y advirtió que metería la mano para meterlos en cintura.
Por ejemplo, Mancera adelantó que la Secretaría de Movilidad –Semovi–, se encargaría de regular a Über y que desaparecería la llamada tarifa dinámica.
Lo irónico, sin embargo, es que el Doctor en Leyes, Miguel Mancera, parece saber mucho de Derecho pero poco de las leyes económicas. Y es que, los gobiernos intervencionistas –los que intentan regular el libre mercado–, suelen complicar lo complicado. Por eso, preguntamos, ¿sabrá Miguel Mancera el tamaño del error que comete? ¿tendrá idea de las implicaciones de su propuesta? Seguramente no.
