Reforma de Peña no termina con el negocio de las drogas: Fernández

Luego que el presidente Enrique Peña participó en la Cumbre sobre el Problema Mundial de las Drogas –en la Asamblea General de la ONU–, y presentó un decálogo de propuestas para replantear la política antidrogas; algunos dijeron que el esfuerzo no era suficiente; que era necesario ver acciones concretas; que debía ocurrir un cambio de fondo y una larga lista de reclamos.

En este contexto, el presidente Peña expuso una reforma a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal, con la que –entre otros cambios–, se aprueba el uso medicinal de la marihuana y se despenaliza la posesión del cannabis.

Sobre el tema, el Doctor Vicente Fernández –académico del Tec de Monterrey–, comentó a La Otra Opinión que la propuesta de Peña Nieto es, por donde se vea, un cambio de paradigma que no debe menospreciarse; en especial porque las administraciones previas mantuvieron una política prohibitiva y punitiva ante las drogas.

Además, el Doctor Fernández calificó el anuncio como inesperado pero positivo. Afirmó que éste muestra el interés del gobierno en solucionar un problema que no sólo afecta a los mexicanos, sino a millones de ciudadanos de todo el mundo.

El Doctor Fernández añadió que a pesar de ser una iniciativa –y que falta aún la aprobación del Senado–, todo indica que el proyecto tendrá el apoyo del PRI –pues es el partido del presidente– y del PRD, que ha adoptado la causa.

Ahora, pese a que el consumo lúdico de la hierba no se mencionó, Fernández dijo que el aval del uso medicinal es prueba de que se abre el panorama en un tema que durante años fue relegado.

Eso sí, para el Doctor Fernández resulta lógico que el presidente no apostara por la liberación total de la marihuana, después de todo, un proyecto de esta naturaleza no habría pasado por el Congreso.

A manera de conclusión, el entrevistado comentó que la iniciativa no conlleva al fin del narcotráfico, pues en esencia, el negocio para la delincuencia organizada no se limita a la producción y venta de marihuana; también comercializan otras sustancias –mucho más costosas– e incurren en faltas como el secuestro, la extorsión y la trata de personas.