En este momento, Sinaloa sirve de escenario a una de las peores campañas electorales.
El candidato del PRI, Quirino Ordaz, no era el mejor calificado para el cargo. Sin embargo –como suele ocurrir en política–, el destino y la fortuna pusieron al empresario en el lugar y el momento adecuado.
Es así que hoy, Quirino Ordaz es el virtual gobernador de Sinaloa. Todas las encuestas lo ponen a la cabeza y la competencia no puede –o no quiere– alcanzarlo.
Lo curioso, sin embargo, es que Quirino es el puntero de la elección pero no por su talante político.
En realidad, el proselitismo de Ordaz está plagado de errores. Por eso, insistimos, en Sinaloa vemos una de las peores campañas electorales.
El detalle en Sinaloa es que la oposición es tan chiquita que no puede derrotar a un candidato malo con una mala campaña. A pesar de tener todo a su favor, los opositores al PRI aparecen a la cola de las preferencias.
Pero, ¿qué tan mala es la campaña de Quirino Ordaz?
Imagine lo siguiente. En un acto de campaña en Culiacán –la capital del estado–, Quirino prometió una ventanilla única para que los priistas lleven a cabo sus trámites administrativos.
Es decir, que antes de llegar al cargo, el candidato del PRI enseñó el cobre y dejó ver que planea gobernar para sus cuates y para sus simpatizantes. Al parecer, a Quirino se le olvidó que los representantes del Estado gobiernan para todos, no sólo para quienes los votan.
Para sorpresa de nadie, en respuesta a la ocurrencia de Ordaz, la dirigencia del PAN de Sinaloa interpuso una denuncia en contra del aspirante tricolor.
Y a pesar de todo, Quirino se mantiene firme en el primer lugar.
¿Sabrán los sinaloenses a quién están por llevar a la casa de gobierno del estado?
