A principios de diciembre del año pasado, cuando el Tribunal Electoral revocó la anulación del registro al Partido del Trabajo, nuestro colaborador Luis Manuel Arellano advirtió que los detalles del rescate del PT se conocerían una vez que se hicieran públicas las alianzas electorales de ese partido con otras agrupaciones políticas.
Y todo indica que Arellano tenía razón.
Si hacemos memoria, en la elección extraordinaria en Colima, el PT arregló una alianza inusual con el PRI.
De hecho, se sabe que los 6 mil votos del PT sirvieron para asegurar la diferencia de 10 mil votos entre el tricolor y el candidato del PAN, Jorge Luis Preciado.
Sin los votos del PT, es probable que la diferencia entre el primero y el segundo lugar estuviera en los márgenes de error. Incluso existía el riesgo de que fuera anulada.
Por eso, no son pocos los que aseguran que la cómoda ventaja del PRI en Colima se debería al Partido del Trabajo.
Pero hay más, apenas ayer, el mismo PT anunció que iría en alianza con el PRD en la elección de Hidalgo. Sin embargo, todo el mundo sabe que el petismo no tiene presencia en aquella entidad. O si lo prefiere, que esa alianza sería prácticamente inútil.
En otras palabras, todo indica que el petismo intentaría lavarse el rostro con alianzas testimoniales donde no sería una amenaza para el PRI.
Por eso preguntamos, ¿será que el PT debe el registro al PRI?
