¿Quién está detrás de la preocupación del New York Times en México?

Muchos se mostraron emocionados, alegres y hasta orgullosos de que el periódico New York Times colocara a la Ciudad de México como el primer destino turístico del 2016.

Y tienen razón. El new York Times es uno de los periódicos más influyentes del mundo y al posicionar a la Ciudad de México como el primer destino sugerido, es probable que incremente el flujo de turistas, que aumente la generación de empleo y que la actividad comercial mejore de forma significativa.

Sin embargo, no está de más recordar que un periódico –como el resto de los medios de comunicación–, responde a los intereses de su directiva. Y tampoco sobra señalar que el actual socio mayoritario del NYT es el magnate Carlos Slim.

Es decir, que uno de los promotores del gobierno de Miguel Mancera –el señor Slim–, se convirtió en un importante tomador de decisiones de uno de los Diarios más relevantes del mundo; el mismo que pone a la ciudad que gobierna Mancera como el principal destino de este año.

¿Será una coincidencia?

En este espacio creemos que el hombre más rico del mundo –Slim–, utiliza el medio para favorecer sus intereses económicos y políticos. Es decir, que lo que el New York Times ha publicado sobre México sería una variante del periodismo mercenario.

Después de todo, llama la atención que a principios de esta semana, en su editorial principal, el diario neoyorquino cuestionara con severidad al gobierno de Enrique Peña. Mientras que ahora –días más tarde–, coloca a la Ciudad de México como el destino número uno en el mundo. ¿Será que nadie en el comité editorial notó la incongruencia?

Por donde se vea, el principal beneficiado en este juego político y mediático es Carlos Slim. Por un lado golpea al presidente Peña –quien se ha convertido en una suerte de adversario pues su programa de reformas lesiona, con severidad, los negocios de Slim–, y por el otro empuja a la ciudad que gobierna Miguel Mancera, uno de sus cercanos, uno de los hombres en los que confía y alguien que –junto con su antecesor, Marcelo Ebrard–, concesionó al empresario buena parte del centro del Distrito Federal.

Por eso preguntamos, ¿qué hay detrás del repentino interés del NYT en México? ¿será, acaso, que el diario se convirtió en el brazo golpeador de su dueño, el señor Slim?