Quien a AMLO se arrima…

Dice el refranero popular que quien a buen árbol se arrima… seguro llega a diputado.

Esta máxima seguramente aparece escrita –en letras doradas– en los cimientos de Morena, la franquicia del señor López Obrador. Franquicia que el mismo Obrador intenta vendernos como partido político.

Las pruebas de lo anterior están por todos lados. Van algunas:

Había una vez un hombre que calentaba el asiento en alguna oficina del Instituto Nacional de Migración de Quintana Roo. Este hombre se acercó a López. Al poco tiempo, se convirtió en chofer del político, luego en su asistente, en su coordinador de logística y ahora es Director de Recolección y Tratamiento de residuos sólidos de la delegación Cuauhtémoc. ¿Sabe quién es? En efecto, Nicolás Mollinedo, el famoso Nico.

Hay otro hombre que entrenaba a los “amigos” en el equipo de beisbol del Tabasqueño. Hoy, ese hombre es diputado. ¿Conoce su nombre? Seguramente no. Pero no importa, el hecho es que Luciano Tlacomulco –entrenador de beisbol del equipo de Andrés Manuel–, hoy es diputado a la Asamblea capitalina.

Sabemos de otro hombre que cayó en desgracia cuando su mentor perdió la candidatura presidencial. El siempre hábil Obrador rescató a este hombre de las cenizas y le entregó toda su confianza. Este hombre pudo ser presidente. Pero se hizo a un lado. Hoy, ese hombre vive escondido en algún rincón de París. ¿Ya adivinó de quién hablamos? Su nombre empieza con Marcelo y su apellido rima con Ebrard.

Cuentan los clásicos que otro arrimado a Obrador es el fundador del movimiento UAMLO, es decir, el brazo operativo de Morena en la Universidad Autónoma Metropolitana. Este arrimado hizo de todo: desde repartir volantes hasta conducir una camioneta en las comitivas de Obrador. Hoy es diputado federal. ¿Quiere saber el nombre? Se llama Jesús Emiliano Álvarez López.

Finalmente, porque también sabemos de arrimadas, cuenta la historia que una mujer cuidaba los hijo de López Obrador. Esta mujer, desde la prensa militante, ayudó a construir la imagen de López. Y hasta hace poco, la misma mujer era secretaria de Desarrollo Social en el Distrito Federal. Hoy, castigada, la mujer despacha en la casi inexistente secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las comunidades indígenas. ¿Ya sabe a quién nos referimos?