¿Qué otros gobernadores se “blindan” como Duarte y Borge?

Muy pocos exgobernadores han salido limpios de acusaciones por corrupción. Acaso por eso, los que están manchados ya se empiezan a “proteger”.

Con el poder que les queda, Javier Duarte, gobernador de Veracruz; y Roberto Borge, gobernador de Quintana Roo, manejan a su beneficio al Congreso estatal, modifican leyes, crean nuevas figuras en el Gobierno, y de la noche a la mañana nacen nuevas instituciones.

Cabe señalar que Duarte eliminó el fuero en el estado –cuando termine su mandato–, mientras que Borge creó una Fiscalía de Justicia, cuyo titular estará al frente por nueve años.

Pero será que como dice el dicho ¿que el miedo no anda en burro?

En los estados donde habrá alternancia, esto es lo que están haciendo los gobernadores salientes ante una eventual cacería de brujas:

En Aguascalientes, el gobernador saliente, Carlos Lozano de la Torre, parece ser que llevará la fiesta en paz con Martín Orozco. No se han visto cambios relevantes.

En Durango, el gobernador priista, Jorge Herrera Caldera, ya dijo que dará al candidato de alianza, José Rosas Aispuro, todas las facilidades para gestionar un presupuesto superior e histórico para 2017. ¿Quién dijo miedo?

En Chihuahua, César Duarte ha sido acusado de corrupto. Y aunque el gobernador electo, el panista Javier Corral, ha declarado que actuará en contra de su antecesor; Duarte no ha movido sus fichas. Al menos no por lo que podemos ver.

En Hidalgo, seguirá gobernando el PRI con Omar Fayad. Así que el gobernador que se va, Francisco Olvera, puede dormir tranquilo.

En Oaxaca podría darse cualquier escenario. El candidato electo del PRI, Alejandro Murat, demandó una investigación a fondo en contra del gobernador saliente, Gabino Cué, por actos de corrupción. Hasta el momento, Cué no ha operado para blindarse.

En Puebla, el gobernador Rafael Moreno Valle no parece tener preocupaciones. En especial porque su sucesor, Antonio Gali, también es panista y es su hijo político.

Mario López Valdez, gobernador saliente de Sinaloa, se ve relajado pues en los últimos días ha sostenido encuentros con el gobernador electo del PRI, Quirino Ordaz. Además, no olvidemos que MALOVA nunca dejó de ser priista.

Finalmente, en Tlaxcala no hay que de qué preocuparse pues el PRI seguirá en el poder.

Miguel Alonso Reyes, actual gobernador de Zacatecas, no tiene de qué preocuparse pues el gobernador electo, Alejandro Tello, también es priista.