El pasado viernes 1 de julio, las gasolinas magna y premium tuvieron un aumento de
24 y 34 centavos, respectivamente.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, el incremento se debe a la recuperación en la cotización del crudo y a la estacionalidad que se observa con frecuencia en los precios internacionales de los combustibles.
Dos días después de este anuncio, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que también subirán las tarifas eléctricas para consumidores industriales, comerciales y doméstico de alto consumo.
Es decir que después de reducciones al precio de la energía eléctrica durante 18 meses consecutivos, la luz costará ocho por ciento más en las cuatro estaciones de la CFE: central; noroeste; norte y noroeste; y sur y peninsular.
Al mismo tiempo, el periódico Reforma dio a conocer que al día se pierden 54 millones de pesos por la ordeña de ductos de Pemex.
El diario señaló que son cerca de 23 mil barriles de gasolina y diesel los que se hurtan todos los días de pipas y tomas clandestinas.
Es así como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) consideró en la regulación de costos la ordeña en los ductos de transporte de Pemex, con el fin de mitigar la pérdida.
Por eso preguntamos, ¿no se supone que la la reforma energética tenía como objetivo evitar todo eso? ¿por qué ocurren estas modificaciones en el precio de los energéticos y combustibles? ¿qué dicen al respecto los responsables de la política energética? ¿cómo explican los aumentos?
