Precontingencia, llamada de atención a ciudadanos y gobierno

Hacía más de una década que la Ciudad de México no vivía una emergencia ambiental como la que atraviesa en estos momentos.

Desde hace más de un día, fue necesario declarar contingencia ambiental debido a los índices de ozono en la atmósfera.

En consecuencia, fue necesario extender el programa Hoy no Circula y ofrecer entradas gratuitas al transporte público.

Y aunque la contingencia ha puesto de cabeza a la capital del país, dicen los enterados que podría ser sólo el principio.

En entrevista para La Otra Opinión, Fátima Masse –consultora del IMCO–, explicó que asistimos a una llamada de atención. Pues las autoridades –y los capitalinos–, han asumido una postura de comodidad frente a la creciente contaminación.

Y es que, luego que en los 90, la Ciudad de México era vista como una de las más contaminadas del mundo, las autoridades implementaron una serie de programas para revertir el efecto del uso excesivo de automóviles y otros transportes contaminantes.

Sin embargo, luego de casi tres décadas, los esfuerzos por combatir la contaminación excesiva se han relajado y hoy vemos las consecuencias.

Acaso por eso, Fátima Masse advirtió que de seguir como hasta ahora, lo peor estaría por venir. O si lo prefiere, que si las autoridades no diseñan políticas públicas que contengan la emisión de contaminantes y los ciudadanos no cambian sus hábitos de transporte y consumo, la contingencia de hoy podría repetirse.

Es así que, por mencionar un ejemplo, se antoja urgente revertir la tendencia de invertir más dinero en los proyectos que favorecen el uso del automóvil y fomentar los que permiten el transporte alternativo. Sobre todo porque, en este momento, por cada peso que se invierte en vías alternas de transporte se invierten cuatro al automóvil.

Y hoy, en la Ciudad de México, vemos las consecuencias.