¿Por qué huyen a Cosalá?

¿Por qué huyen a Cosalá?

No hay un solo informante de Garganta Profunda que ponga en duda que Joaquín, el Chapo, Guzmán es dueño de la zona conocida como el Triángulo Dorado. Quienes conocen al capo aseguran que su control político y social en la serranía que comparten Chihuahua, Sinaloa y Durango es absoluto. Por eso, resulta extraño que unas 200 personas decidieran abandonar el espesor serrano y se desplazaran al municipio de Cosalá. El autor de estas líneas no comprende qué llevaría a la gente del Chapo a huir del territorio del Chapo, cuando el Chapo estaría de vuelta en casa. Por eso pregunta, ¿de qué huyen? ¿acaso dudan que el Chapo tenga el control de la zona? ¿será que el capo mueve sus hilos y crea distractores? ¿será que, como dicen, existe miedo a morir en el fuego cruzado? ¿le tienen miedo al Ejército? ¿será que temen que el Estado procese a más de uno por colaborar con Guzmán Loera? ¿por qué huyen? ¿de quién huyen?

¿Se va Batres?

Dicen que los viajes ilustran. La máxima se confirmó hace horas. Luego de placearse por Europa, Andrés Manuel López Obrador regresó a México más sabio. Más iluminado. Acaso por eso –y sin decir agua va–, el de Tabasco decretó el relevo de Martí Batres, el todavía dirigente nacional de su Morena. Pero hay más. El mismo Obrador hizo público que la asamblea de su distrito lo ungió como consejero del partido. Es decir, que sus afiliados le dieron la facultad—y la aclamación— para tomar parte en el congreso estatal y nacional de su franquicia. O como sugirieron a Garganta Profunda, que todo está listo para que, legítima, legal y democráticamente, Andrés Manuel López Obrador se convierta no sólo en dueño… sino dirigente nacional de la Morena. ¿Y Martí Batres? ¿ahora qué harán con él? Nadie sabe.

Mal consuelo de Astudillo

Mediocre resultó el consuelo de Héctor Astudillo, el gobernador electo de Guerrero. La noche del sábado, hombres armados dispararon contra uno de los bares ubicados en la Costera Miguel Alemán… en el alguna vez paradisiaco puerto de Acapulco. Y coincidentemente, el gobernador electo y su esposa cenaban en el local vecino: una pizzería. Fue pura coincidencia, insiste la pareja gubernamental. Minutos después de la agresión, el gobernador Astudillo trató de calmar las aguas asegurando que tanto él como su esposa se encontraban bien. Incluso dijo que la agresión —en que resultaron heridos un par de escoltas del gobernador electo—, no era en su contra. Sin duda es lamentable que Héctor Astudillo no entienda que con esa declaración no consuela a nadie. De hecho, al decir que él no era el blanco del ataque, Astudillo confirma que cualquiera en Acapulco puede ser víctima de una agresión similar. ¡Vaya consuelo..!

¿Nuño compra apoyos?

El señor Aurelio Nuño, secretario de Educación, ya perdió el recato. Aunque lo niegue, es notorio que el titular de la SEP se encuentra en campaña abierta. A Garganta Profunda no se le escapa que el secretario aparece –con singular frecuencia– en la prensa escrita, digital, en espacios de radio y en programas de televisión. A su vez, se antoja igual de evidente que Aurelio Nuño juega el juego de la política. Por ejemplo, en entrevista para La Razón, el secretario acusó a Andrés Manuel López Obrador de utilizar sus escuelas patito como instrumentos políticos. Si bien eso no sorprende a nadie, lo cierto es que Nuño ya reconoció a su adversario y ya asestó el primer golpe. Pero hay más. Hace horas, Aurelio Nuño y el presidente Peña se reunieron con los 32 gobernadores del país. En sesión plenaria, el titular de la SEP anunció que los gobernadores definirán las cinco regiones educativas. Además, desde la SEP —por vía de los gobernadores—, el gobierno federal repartirá una bolsa de 50 mil millones de pesos adicionales al presupuesto educativo. Lo dicho. Aurelio Nuño está en campaña y ya reparte dinero a manos llenas.

¿Guerra sucia en la UNAM?

El proceso de elección del próximo rector de la UNAM es deliberativo, es exhaustivo y, según parece, será tramposo. Al oído de Garganta Profunda llegó la especie envenenada de que uno de los aspirantes padecería una enfermedad incurable. Todo indica que algún preocupado aspirante –que ya se veía despachando en Rectoría–, pretende asegurar el triunfo ya por la buena… ya por la mala. ¿A qué le temen los punteros de la contienda? ¿acaso ya sienten pasos? ¿a poco ya desataron la guerra sucia?