Peña prepara demanda contra "The Guardian"

El equipo jurídico del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, prepara una demanda contra el diario londinense “The Guardian”, además de editores y reporteros responsables de un supuesto “trabajo periodístico”, sin los elementales estándares profesionales y éticos.

La casa presidencial mexicana evalúa el tamaño de la difamación, la calumnia y las mentiras emitidas en la supuesta “pieza periodística” –además del daño causado a la familia presidencial–, para determinar los alcances de una acción legal que, por lo menos, exigirá que el diario se retracte y ofrezca una disculpa al presidente mexicano y a su familia.

Como documentamos en el Itinerario Político del pasado viernes –“The Guardian”, diez mentiras y la mano de Aristegui”–, el supuesto “trabajo periodístico” del diario británico es, en realidad, una montaña de calumnias, difamaciones y falsedades con la intención clara de lesionar la imagen del gobierno de México y de su presidente.

El supuesto “periodismo” también es parte de una campaña de descrédito emprendida por el equipo que jefatura la conductora despedidas de MVS, Carmen Aristegui, quien a su vez es parte del grupo político de Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena.

En realidad el descrédito del gobierno de México, como de su presidente, son parte de una estratagema político-electoral –rumbo a 2018–, emprendida por el grupo de AMLO, Aristegui, Morena y otros intereses políticos, mediáticos y económicos que, a su vez, –y durante el gobierno de Calderón–, demolieron la credibilidad de la segunda gestión presidencial del PAN, con el cuento de “Los muertos de Calderón”.

Y si dudan que “Los Muertos de Calderón” fue una patraña engañabobos –para destruir la imagen de Calderón y su partido con miras a la presidencial de 2012–, basta hacer una pregunta elemental. ¿Dónde están hoy las demandas contra Calderón? Los mismos de entonces, hoy repiten la dosis contra el gobierno de Peña.

Pero resulta más curioso que “The Guardian” podría ser blanco de una segunda demanda, ahora por parte de Aurora Pierdant Grunstein, hermana de Ricardo Pierdant Grunstein, a quien acusan de prestar su departamento en Miami, a la esposa del presidente mexicano.

A la señora Aurora también la difaman en la “pieza periodística”, ya que dicen que se encuentra inhabilitada en Pemex, lo cual no sólo es falso,

sino que le ha causado un grave daño a su imagen, nombre y patrimonio. Por eso, analiza una demanda judicial contra “The Guardian”.

Y es que según Aurora Pierdan, la publicación le perjudica porque vive de su trabajo, “soy mayor que mi hermano, era abogada en Pemex y trabajé antes que él. No se vale que ensucien mi nombre con mentiras”.

En entrevista con Itinerario Político –cuyo texto integro se puede consultar en el portal “letraroja.com.mx”–, la mujer asegura que trabajó en Pemex de 2003 a 2011, y que es verdad que tuvo dos sanciones por supuesta negligencia administrativa, pero que es una mentira que exista un vínculo actual. En los dos casos se fue a juicio y le ganó a Pemex la reinstalación y el pago de todas las prestaciones.

Sobre su hermano, Ricardo, asegura que “no tiene ningún contrato en México ni con el Gobierno Federal, no ha participado en procedimiento de licitaciones, nunca ha sido servidor público y los negocios que tiene están fuera del país”.

Sobre la versión de que su hermano tiene una constructora, dice “que yo sepa, no tiene ninguna y tampoco existe una razón social que se llame Grupo Pierdan, sólo la inventaron, como si mi hermano y yo fuéramos un ente consolidado”. Además asegura que su hermano “está en el negocio de bicicletas públicas, identificado como Decobike y hasta donde yo sé, no tiene trenes, puertos o constructoras”.

Molesta, se queja de un mal trabajo periodístico, sin ética y sin rigor profesional, ya que “están haciendo trizas su nombre y están asumiendo que hay una orden de inhabilitación que fue revocada desde 2013, mucho antes de que yo tuviera el contrato de capacitación y sólo ha sido porque soy una experta en lo que hago… me están privando de mis derechos, están ensuciando mi nombre y están diciendo mentiras”.

Por eso, evalúa demandar al diario, a editores y reporteros, para que se retracten y disculpen.

Periodismo carroñero, de consigna y odio.

Al tiempo.