¿Pelean por el Papa?

En la víspera navideña, el Episcopado Mexicano anunció que durante la visita a México del Papa Francisco, no habrá actos masivos en el Auditorio Nacional. Según se dijo, la agenda del 14 de febrero –fecha en que habría ocurrido el evento–, estaba saturada.

Es probable que, como hizo público el Episcopado, era demasiado ambicioso encabezar una misa en Ecatepec –estado de México–, visitar un hospital pediátrico en la Ciudad de México y además, llevar a cabo el evento en el Auditorio Nacional.

No obstante, estos ajustes en el itinerario papal dejan ver que no existe un acuerdo en los detalles de la visita a México del Papa Francisco. Es decir, que a pesar de los dos años de negociaciones, de presiones y de promesas sin cumplir; continúa el estira y afloja entre el Vaticano y el Episcopado Mexicano.

En otras palabras, que sigue la lucha por el Papa.

No está de más señalar que la celebración en el Auditorio Nacional habría reunido al Pontífice con artistas, intelectuales y políticos. Tampoco sobra recordar que en febrero del próximo año –fecha en que el Papa estará en nuestro país–; México vivirá un agitado proceso electoral. Por eso, no sería extraño que la cancelación de dicho evento tenga algún tinte político. Después de todo, el Papa Francisco ha expresado su rechazo a servir como instrumento de propaganda electoral.

Como sea, a todas luces se percibe la tensión en las negociaciones del Vaticano con los responsables en México de la visita papal. Y resulta curioso que en plena temporada navideña –cuando la tradición católica habla del amor al prójimo y de los tiempos de paz–; la alta jerarquía católica convierta al Papa Francisco en un intrumento de negociación y de presión.

La pregunta es, ¿qué tan lejos llegarán estas negociaciones? ¿será que habrá más cambios en el itinerario papal?