Paro en el IPN, ¡ni ellos se ponen de acuerdo..!

Dice el director general del Instituto Politécnico Nacional, Enrique Fernández Fassnacht, que no existen razones para que las vocacionales adscritas al IPN se vayan a paro.

Aun así, 10 de las 19 escuelas de media superior del Politécnico anunciaron un paro de 120 horas.

Un sector del alumnado dice que el paro obedece a la inseguridad que existe en los planteles. Y es que, según los estudiantes, los porros estarían fuera de control y por eso exigen a las autoridades politécnicas que les pongan un freno.

En otras palabras, con prácticas porriles –como el paro y el bloqueo de algunas calles–, los alumnos del IPN exigen que se ponga un freno a los porros.

En respuesta, el director de la escuela –Fernández Fassnacht– aseguró que existen acuerdos relacionados con el porrismo, que la autoridad ha cumplido su parte y que siguen las pláticas y negociaciones para atender el problema.

Por eso, dice Enrique Fernández, que no existen bases que sustenten la movilización de estudiantes.

Pero hay más, pues otros estudiantes aseguran que se fueron a paro por la adscripción de la escuela a la secretaría de Educación Pública.

Sobre el tema, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, pidió a los politécnicos que no se dejen engañar pues “todas las escuelas del Politécnico se mantienen, las vocacionales no desaparecen, toda la estructura del IPN se mantiene como siempre ha sido desde su fundación en 1936 y a partir de la reestructuración que le dio su ley orgánica en 1981″.

Y en el colmo del delirio, hay otros –como los alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos “Benito Juárez”, que dicen que se sumaron al paro porque exigen la destitución de su director.

Es decir, que en medio del desorden, en medio de la falta de información y en medio del paro; ni los paristas se ponen de acuerdo sobre las razones que los llevaron a suspender actividades.

Y mientras tanto, más de la mitad de los centros de estudios bajaron la cortina, miles de estudiantes se quedaron sin clases y por lo que se ve, ni los estudiantes saben por qué.