#París ¿Por qué fallaron algunos medios?

Resulta curioso observar el criterio editorial de ciertos medios impresos y digitales, en torno a la cobertura de los ataques en la ciudad de París la tarde del viernes pasado.

Y es que cabe recordar que el papel de los medios de comunicación y del periodismo es fundamental para obtener los datos más exactos en este tipo de tragedias y, con ello, poder construir la historia y las historias detrás de la noticia.

Pero además, es importante no obviar el hecho de que esos medios se deben a la audiencia que los sigue, y los errores que ellos pueden cometer -en cuanto a información-, repercuten directamente en la opinión de quienes los leen -en papel y digitalmente-, los miran por TV o escuchan por radio.

Y una buena cobertura -en este caso sobre los atentados en la capital francesa-, puede hacer que un medio gane o pierda miles o millones de lectores, televidente o radioescuchas, según sea su alcance.

Viene a cuenta el tema, porque nos ha llamado la atención que el periódico El País, en su edición impresa en México, tan sólo le dedicó una página a los ataques en París; dejando a sus millones de lectores mexicanos sin la información bien trabajada que siempre presentan.

Decíamos al inicio que nos resultaba curioso, porque ese periódico el día de ayer -minutos después de la tragedia-, fue uno de los medios que mejor cobertura hizo, en tiempo real.

¿Por qué decidieron los editores de ese diario en México sólo tocar el tema en su página tres? ¿Cuál habrá sido su criterio?

¿Creerán que los mexicanos no leemos diarios los sábados? ¿O que al ser una tragedia al otro lado del continente le pondríamos poca atención?

¿Por qué parece que, en esta ocasión, el diario español le falló a sus lectores mexicano?

Y es que hay otro aspecto importante de mencionar. Uno igual de preocupante; a una mala cobertura se le pueden sumar las “legiones de idiotas” en redes sociales -bautizadas así por Umberto Eco- que malinforman, siembran odio y justifican los ataques a civiles por parte de terroristas y fanáticos.

Esa legión que, en las últimas horas, han inundado las redes y que dañan a las democracias del mundo y a la mexicana. Y justo una mala cobertura -sea impresa, digital, en televisión o en radio- pueden alimentar, precisamente a esos fanáticos; a los mismos de siempre.