Paraísos fiscales no hacen delincuente a quien participa

En este momento, todo mundo se dice experto en derecho fiscal y un profundo conocedor de los llamados paraísos fiscales.

Luego de las filtraciones conocidas como Panama Papers, muchos asumen que los personajes que aparecen en estos documentos son criminales.

No obstante, la verdad podría ser otra.

En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Raymundo Tenorio explicó que los paraísos fiscales suelen ser territorios libres que permiten aperturar cuentas de cheques –o de inversiones–, que producirán un pequeño interés pero que no exigirán el pago de impuestos.

Eso sí, en estos paraísos fiscales suelen blindarse del blanqueo de capitales al evitar que el dinero que se guarda en sus cuentas bancarias se invierta en el mismo lugar.

Es decir, que si alguien que guarda su dinero en las Islas Caimán pretende invertir en las Islas Caimán, deberá crear una empresa en ese lugar –pagar los impuestos correspondientes– y entonces podrá hacer negocios en las Islas Caimán.

En realidad, los paraísos fiscales son legales y permiten a las empresas con exceso de liquidez ahorrar su capital sin pagar impuestos al ahorro.

No obstante, si el dinero que se guarda en un paraíso fiscal dejó una huella electrónica en su país de origen; si pagó impuestos y si su procedencia es legal; entonces el uso de paraísos fiscales está en regla e incluso es promovido por instancias como el Banco Internacional de Pagos.

Ahora bien, si el dinero que se almacena en un paraíso fiscal proviene del contrabando, del tráfico de drogas o de alguna actividad ilegal, entonces las autoridades internacionales están obligadas a investigar y perseguir a los responsables.

Lo mismo ocurre cuando el monto del dinero ahorrado en estos paraísos fiscales no equivale a la naturaleza de la actividad que realiza el dueño de los recursos en su país de origen.

En estos casos, concluyó Tenorio, podrían existir irregularidades y la autoridad deberá atender las sospechas e investigar.