Palo a Obrador

Algo está muy mal cuando el dueño de un partido no puede ganar en su propio partido. Y eso ocurre en las filas de Morena.

De acuerdo con el columnista Adrián Rueda, en las elecciones de consejeros políticos de este partido, el propio Andrés Manuel López Obrador –amo y señor de la franquicia– fue derrotado.

La historia es la siguiente:

En el Distrito electoral que corresponde a López –algún espacio en el sur de la Ciudad de México, en la zona de Copilco–, el primer lugar en los votos para consejero fue para Gerardo Villanueva —ex secretario particular de Martí Batres—, quien logró 196 votos.  El segundo espacio lo ocupó un tal Carlos Castillo con 94 votos. Y el tercer lugar fue para López quien con 67 votos, obtuvo sólo cuatro más que María Luisa Alcalde, la joven que modeló como la primer Morena.

En otras palabras, la gente de Martí Batres derrotó a Andrés Manuel en su propia casa.

El berrinche de Obrador –describió Rueda–, habría sido tan grande que el tabasqueño prefirió evitar la sesión de consejo del fin de semana pasado y agendó una gira por Oaxaca.

Sin embargo, el problema va más allá. Y es que, en los hechos, la gente de Batres aplastó al jefe de Batres.

Por eso preguntamos, ¿qué ocurre en las filas de Morena?

Según los informados, existiría un claro enfrentamiento entre los grupos de Martí Batres y el del delegado Ricardo Monreal. Ambos buscarían la candidatura a jefe de gobierno en 2018.

Por lo anterior, Martí Batres habría tejido una estructura de apoyos que lo hicieran indispensable en el proceso de 2018. Ya para arrebatar la candidatura, ya para asegurar una buena tajada para él y para los suyos.

Dicen quienes los conocen, que ése sería el corazón de la derrota de AMLO.

Y podrían tener razón. Lo cierto es que Andrés Manuel perdió… y perdió en su propia casa.