Padres de familia V.S la CNTE

Varios expertos en Sociología, Ciencia Política y Antropología han coincidido —en diversos estudios— en que la fortaleza de los movimientos sociales depende en gran parte de su capacidad para conseguir dos cosas: 1) Presentar sus demandas particulares como asuntos de interés para toda la comunidad; y 2) A partir de lo anterior, emplear estrategias de comunicación para conseguir la simpatía y el apoyo de la opinión pública.

Pero en el caso de la CNTE, las recientes manifestaciones de padres de familia en Chiapas y Oaxaca en contra de la Coordinadora podrían ser un indicio de que el movimiento magisterial ha fracasado en esas dos tareas.

Este fin de semana, asociaciones de padres de familia en diversas instituciones educativas de Oaxaca y Chiapas se organizaron para manifestar su inconformidad con el cierre de escuelas realizado por integrantes de la CNTE. En diversos planteles, los padres quitaron las pancartas del magisterio disidente y colocaron otras invitando a la población a exigir el regreso a clases a partir de este lunes.

Asimismo, algunos padres de familia acordaron en reuniones iniciar clases este lunes, mientras que en algunos municipios de Oaxaca incluso hubo padres que recurrieron a la confrontaciòn fìsica y verbal con miembros de la CNTE para romper candados y recuperar escuelas tomadas por el magisterio disidente. Incluso en la región mixteca se sabe que un presunto maestro mató a un padre de familia e hirió a otro, y estaría siendo protegido por la CNTE.  

Del mismo modo, se creó el Movimiento Liberen Oaxaca, en el que padres de familia exigen la destitución de maestros faltistas. Miembros de este colectivo se declararon dispuestos a abrir por su cuenta las escuelas y dar clases ellos mismos en caso de que los maestros no se presenten. También amenazaron con proceder jurídicamente en contra de quienes resulten responsables de coartar el derecho de sus hijos a recibir educación.

Para algunos, estas acciones de los padres de familia —muchas veces apoyados por maestros que no simpatizan con la CNTE— demuestran que amplios sectores de la población rechazan las demandas de la Coordinadora y la forma de exigirlas.

Ante esta situación, ¿Cuál es la reacción de la CNTE? La descalificación y el empleo de las mismas estrategias que generan la inconformidad de los ciudadanos.

El Secretario General de la Sección 9, Enrique Enríquez declaró que quienes se han manifestado en contra de la Coordinadora “ni siquiera son padres de familia”, sino que se trata de trabajadores de los gobiernos municipales y estatales “haciéndose pasar” por padres. Además, la Coordinadora anunció que mantendrá el paro laboral e implementará nuevos cierres carreteros y bloqueos a empresas trasnacionales.

Entonces, por más que la CNTE sostenga que “los padres acompañan al magisterio” los hechos de este fin de semana parecen desmentir dicha afirmación. Ni todos los padres de familia, ni todos los maestros comparten las demandas de la CNTE. Incluso, algunos ciudadanos de Oaxaca se han quejado de las acciones de la Coordinadora, cuyos miembros de la Sección 22 pretenden obligar a la población a pagar “multas” por no apoyar las movilizaciones del magisterio.