Padres de familia prefieren bienestar de docentes y perjuicio de sus hijos

 

Los padres de familia de la escuela Leonardo Bravo ubicada en la colonia Peralvillo esperaron esta mañana fuera de la instalación educativa para reabrir las puertas y recibir a los 11 profesores y trabajadores administrativos que fueron cesados de su cargo por la administración federal de servicios educativos de la Ciudad de México.

Las acciones ocurren luego de que los maestros fueron cesados tras sumar cuatro faltas injustificadas por haberse sumado a las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).

De este modo, el reingreso de los docentes fue posible debido a que un grupo de padres y alumnos acudió en su defensa al Senado y a la SEP, argumentando que se trata de una decisión sobre la escuela de sus hijos.

El director de la primaria afirmó que únicamente ocho de los once maestros podrán reanudar la impartición de sus clases pero que no recibirán paga por ello. Precisó que el día de hoy tres de los ocho maestros ya cumplen con sus actividades en las aulas.

Al respecto, en La Otra Opinión nos surgen muchas dudas, y es que es evidente que a estos padres alguien los ha estado tripulando, porque de lo contrario ¿cómo se explica que prefieran que sus hijos pierdan clases antes que aceptar las medidas de la SEP?

¿Cómo entendemos que los padres de familia acepten el bienestar de los docentes sobre el perjuicio de los estudiantes?

¿Qué buscan en realidad? ¿Acaso quieren que sus hijos vivan la crisis educativa que hoy tiene sumido al estado de Oaxaca?

Por otro lado… ¿Por qué estos docentes, si no querían perder su plaza, no dieron clases en el momento que debían? ¿Por qué ahora aceptan regresar a las aulas sin pago?