El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró estado de emergencia económica en su país. Según dijo, durante los próximo 60 días, el heredero chabacano de Hugo Chávez adquirirá facultades especiales para evitar que su país se desmorone.
Sin embargo, lo que Maduro no dice es que la crisis financiera en Venezuela no es de hoy, tampoco de hace un par de días o de algunos meses. En realidad, los problemas financieros en aquel país han marcado todo el gobierno de Nicolás Maduro y los últimos años de Hugo Chávez.
Por eso preguntamos, ¿qué llevó al dictador de Caracas a tomar esta decisión?
Simple; con el triunfo de la oposición en las elecciones legislativas –lo cual les dio la mayoría en la Asamblea Nacional–, un eclipsado Maduro intenta reventar al legislativo y seguir actuando sin contrapesos.
No obstante, lo que Maduro no termina de entender es que la crisis económica que –dice–, pretende paliar es la misma que provocó la derrota de su partido en los comicios intermedios.
Por eso, no quedan dudas, el estado de excepción que propone el venezolano es una más de sus farsas. Esta vez asistimos al grito desesperado de un dictador bananero que se sabe anulado.
