Si algo identifica a los partidos políticos son sus característicos colores; el verde blanco y rojo del PRI; el azul y blanco del PAN; el amarillo del PRD; el turquesa de Nueva Alianza y los de los otros institutos políticos.
Pero ahora, por un acuerdo entre todos los partidos políticos, el Congreso de la Unión y el Instituto Nacional Electoral (INE), los colores se podrían “opacar” porque preparan una estrategia y un pronunciamiento nacional para que las autoridades y los servidores públicos—de los tres niveles de Gobierno—, se abstengan de pintar con los colores de sus partidos los edificios y bienes públicos, como automóviles y placas.
De acuerdo con una nota publicada por El Financiero, No habría más edificios azules, amarillos ni rojos. Tampoco autos rotulados, placas, taxis, parques, bibliotecas ni auditorios.
“Proceder de esta manera es muy cuestionable, toda vez que con ello se ahonda en esa vieja y errónea concepción de la moral patrimonialista, heredada de la tradición institucional de la Corona española, en la que lo público es considerado como una extensión de lo privado, ya que el monarca era el propietario original y, por tanto, podía disponer de la manera que le diera la gana”, señala el oficio que pretende ser enviado al Ejecutivo Federal, a los estados y a los municipios.
Cabe señalar que el documento fue propuesto por la diputada federal del PRI por Tlaxcala, Edith Anabel Alvarado, quien apuntó que “es muy habitual, sobre todo en el ámbito administrativo, que cuando un determinado gobernante asume el cargo y su antecesor era de otro partido político, decide pintar las instalaciones del gobierno del partido político que lo postuló, lo cual también se hace extensivo a los espacios públicos como parques, bibliotecas, deportivos, auditorios, etcétera”.
Y ya que están en la construcción de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica 2017-2023, en el INE van por una estrategia de “verdad, diálogo y exigencia”. Y de cara a las elecciones presidenciales de 2018, buscan que “la ciudadanía se perciba y comporte como sujeto activo del proceso democrático mediante la apropiación del espacio público”.
¿Será que en 2018 veamos una verdadera cultura cívica y edificios sin los colores de los partidos?
