Oaxaca: alianza perdedora PAN-PRD; candidato a modo

La noche del miércoles 24 de febrero, el perredismo oaxaqueño eligió a José Antonio Estefan Garfias como su candidato al gobierno de la entidad.

En el camino se quedó el senador Benjamín Robles, quien tenía el apoyo de otros legisladores –como Miguel Barbosa y Armando Ríos Piter–, y de otros líderes políticos oaxaqueños.

En entrevista para La Otra Opinión, el periodista Carlos Ramírez –un conocedor de la vida política oaxaqueña–, explicó que el nombramiento de Estefan Garfias es un efecto colateral de la selección del candidato del PRI, Alejandro Murat.

Vayamos por partes.

En palabras de Ramírez, todas las fuerzas políticas de Oaxaca tienen orígenes priistas. Es así que el PAN está en manos del ex priista –y ex gobernador– Diódoro Carrasco; el PRD quedó en manos del ex priista José Antonio Estefan Garfias y el PRI, evidentemente, es controlado por tricolores.

En esta lógica, continuó Ramírez, los priistas han disputado el control de la entidad por la vía de las guerras políticas entre facciones de ex priistas.

Es así que, en cada elección para gobernador, las fuerzas políticas intentan repartirse el poder y asegurar, para cada facción, na tajada del pastel político.

Para Ramírez, esta negociación se debe –en buena medida– a la falta de atención de la clase política nacional. Y es que, asegura el periodista, a nadie le interesa Oaxaca.

Prueba de lo anterior, explicó Carlos Ramírez, es que el priismo aventurara la candidatura de Alejandro Murat quien, en los hechos, no cumple con los requisitos para ser electo. Y es que, insistió el experto, al PRI no le importa ese estado.

Y aunque para Ramírez, al PRI le importa muy poco el destino político de Oaxaca, también reconoció que la candidatura de Estefan Garfias es una apuesta perdedora. O si lo prefiere, que los perredistas jugarán a perder.

En esta lógica, concluyó el periodista, no sería extraño que se viniera abajo la alianza con Acción Nacional; e incluso que el precandidato derrotado –Benjamín Robles–, se convirtiera en abanderado de los azules.

Ya que, a pesar de que “Pepe Toño” Estefan cuenta con los apoyos de poderosos ex gobernadores –como Diódoro Carrasco– y del mismo gobernador –Gabino Cué–, también es cierto que la atomizada cúpula política oaxaqueña podría jugarle la contra y sacarlo de la jugada.