Nuño: un año entre desaires

Cuando Aurelio Nuño Mayer asumió como máxima autoridad educativa del país, era considerado por muchos como un presidenciable. La Secretaría de Educación Pública (SEP) lucía como una plataforma de lanzamiento para posicionar su imagen ante prensa y ciudadanía de cara a 2018.

Este sábado Nuño cumple un año al frente de la SEP, y el panorama luce distinto. Entre sus presentaciones en escuelas, el conflicto magisterial, las invitaciones al diálogo y los desaires recibidos, el Secretario de Educación ha sufrido para implementar la Reforma Educativa.

Aquí los momentos clave en los 365 días de gestión de Aurelio Nuño al frente de la SEP:

  • Fue nombrado titular de la Secretaría de Educación Pública en 27 de agosto de 2015, en sustitución de Emilio Chuayffet. Al tomar posesión de la dependencia, Nuño indicó que la Reforma educativa —implementada por su antecesor— es la más importante de las reformas estructurales debido a que transformará a la niñez y a la juventud mexicana. Detalló que su trabajo consistía en “sacar adelante los pendientes” de la Reforma Educativa.
  • En noviembre de 2015 Nuño enfrentó su primer gran reto al frente de la SEP: aplicar la evaluación docente. La evaluación se llevó a cabo con normalidad en todo el país, excepto por tres estados: Oaxca, Chiapas y Guerrero —los mismos que al día de hoy están inmiscuidos en el conflicto magisterial—. En dichas entidades, las protestas de la CNTE impidieron la aplicación de la prueba, por lo que el titular de la SEP afirmó que emplearía los medios necesarios para garantizar el derecho de los maestros a presentar el examen, e incluso se dijo dispuesto a utilizar la fuerza.
  • La gestión de Nuño se ha caracterizado por la amenaza de despidos tanto a los maestros faltistas como a aquellos que no presentaron la evaluación docente. Esta tendencia comenzó en febrero de 2016, cuando anunció que tras la evaluación docente de 2015, serían despedidos 3 mil 400 profesores que rehusaron presentar la prueba.
  • Desde que volvió a estallar el conflicto magisterial con el paro de labores que mantiene la CNTE desde el 15 de mayo del presente año, la frase más empleada por Nuño es “La Reforma Educativa es innegociable”.
  • También en mayo, alumnos de escuelas vocacionales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) rechazaron el diálogo con Nuño. Los estudiantes se mantenían en paro debido a inconformidades con las modificaciones realizadas al plan de estudios, así como algunos acuerdos que —de acuerdo con los manifestantes—, violaban la Ley Orgánica del IPN. A pesar de que Nuño concedió citas a los alumnos paristas, estos argumentaron que sus respuestas eran insatisfactorias y que no querían negociar “en lo oscurito”, por lo que lo desconocieron como interlocutor y pidieron la intervención directa del Presidente Enrique Peña Nieto.
  • Luego de los enfrentamientos entre policías, manifestantes y “otros grupos el 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, la CNTE y la Segob iniciaron una serie de mesas de negociación para la resolución del conflicto magisterial, mismas de las que Nuño fue excluido. A pesar de que el secretario declaró que no asistiría debido a que las negociaciones eran de carácter “político, no educativo”, fue la CNTE la que se negó a tener interlocución con la SEP. Nuño por su parte, organizó sus propias mesas de negociación con el SNTE,
  • El pasado 20 de julio Nuño presentó una propuesta del modelo educativo para los niveles obligatorios. Aclaró que el modelo sería puesto a discusión con padres de familia, expertos, autoridades educativas, el Congreso de la Unión y “todo el magisterio” con el fin de diseñar un modelo “que sea de todo México” y entre en vigor a partir de 2018. Sin embargo, la CNTE desairó la invitación de Nuño y prefirió organizar su propio foro de discusión.
  • Y para rematar, apenas este jueves fue abucheado en una escuela de Ecatepec durante un evento para entregar reconocimientos y estímulos económicos a profesores. Miembros del CNTE lo recibieron con gritos de  “!Fuera¡” y “!Vendido¡”, por lo que no pudo pronunciar ningún discurso.