No todos los terroristas son sirios ni todos los sirios son terroristas

El día de hoy arrancó el Primer Festival Internacional de Danza de la Ciudad de México; en él se reunirán compañías de danza de todo el mundo. La intención del evento es fomentar –a través de este arte–, la multiculturalidad, la tolerancia, y todas las facetas de la danza.

Sin embargo, la situación se complicó para una de las compañías que abriría esta noche el festival: Ahmad Shaaban Company, ¿por qué? Porque es de origen sirio.

Resulta que el grupo de danza hoy se encuentra varado en Beirut, donde –de acuerdo con la prensa– sus miembros están en calidad de refugiados porque las opciones de vuelos que se dirigen a la CDMX hacen escala en Berlín, Ámsterdam y Londres, y en estos sitios se han encontrado con las puertas cerradas por tener pasaporte de Siria.

Lo relevante del caso es que los bailarines presentarían una coreografía en donde rechazan la guerra y demuestran el horror que significa atravesar por un conflicto bélico.

No obstante, este no es el primer problema que ha enfrentado la compañía Ahmad Shaaban, pues en su país tampoco han podido llevar a cabo su pieza de danza.

Por su parte, los organizadores del evento, Rodrigo González y Raúl Támez, han señalado que trasladar a los bailarines por otra ruta resulta muy caro, y que bajo cualquier circunstancia el problema no desaparece, pues el mundo entero no ve con buenos ojos a los sirios.

Es así como el absurdo, la intolerancia y el racismo hacen del conflicto en Siria un problema que afecta a todos los ámbitos, en todas partes.

De este modo, una vez más se confirma el dicho que reza:  “por justos pagarán los pecadores”.