No hay dinero para PLANEA pero sí para seguros de vida

Cuando se dijo, en un primer momento, que el examen PLANEA –que evalúa el avance de los estudiantes de primaria y secundaria–, se cancelaría por cuestiones de presupuesto, inmediatamente dijimos que se trataba de un absurdo.

Por donde se vea, es ridículo que no haya presupuesto para PLANEA pero sí existan más de 70 millones para contratar un seguro de vida por cinco millones de pesos para cada uno de los 500 diputados.

Es absurdo que no haya recursos para PLANEA pero sí se destinen 400 millones de pesos para que el INE organice la elección de los diputados a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.

Es ridículo que no se tenga el dinero para PLANEA pero sí para financiar una elección extraordinaria en Colima que fue igual de sucia que la anterior.

Es inverosímil que no se pueda pagar la prueba PLANEA pero sí sea posible cubrir los costos de 10 partidos políticos nacionales, un puñado de partidos políticos locales y además, a todos los avispados que creen que pueden llegar a cargos de elección popular por la vía independiente.

Es de risa loca que el Estado diga que no le alcanza para implementar PLANEA pero sí les alcance para mantener a los miles de aviadores que, hasta hace muy poco, seguían cobrando de la nómina magisterial.

Es de locos que se ponga en riesgo la prueba PLANEA pero se paguen 21 millones de pesos en los viajes que realizan los senadores durante un año.

A todas luces, el pretexto de la falta de dinero es eso; un pretexto. Por eso, sólo queda aplaudir que tanto la SEP como el INEE recularan y ahora traten de aventar culpas hacia otro lado. Lo cuestionable, sin embargo, es que las autoridades educativas siguen sin ofrecer una explicación convincente.