Algunos han cuestionado que el dirigente nacional del PAN –Ricardo Anaya–, aparezca en los spots del PAN.
Otros han dicho que Anaya –igual que Andrés Manuel López Obrador–, utiliza el tiempo y los recursos de su partido –en este caso el PAN–, para crecer su imagen y consolidar una candidatura presidencial.
Y también hay quienes recuerdan a otros panistas –como Diego Fernández de Cevallos, Luis H. Álvarez y Manuel Clouthier del Rincón–, que fueron capaces de construir una imagen sin echar mano de medios digitales o de la llamada “spotiza”.
Sin embargo, dicen los enterados que nada grave y nada malo ocurre con la presencia de Anaya en los spots de su partido.
En entrevista para La Otra Opinión, el senador Ernesto Ruffo Appel –el primer gobernador de oposición y miembro del CEN azul–, advirtió que los estatutos de Acción Nacional establecen que su presidente nacional es, además, el vocero oficial del partido. Es así que Ricardo Anaya estaría facultado para dar a conocer los proyectos y las propuestas del partido en los tiempos de medios que corresponden al PAN.
Ruffo admitió que la sobreexposición de Anaya podría tener repercusiones en la opinión pública. No obstante, también señaló que por estatuto, corresponde al dirigente nacional servir como el rostro de un partido. O si lo prefiere, que sería ilegal –pero inmoral– que un político utilice los tiempos y los recursos de una agrupación política para consolidar un proyecto personal, en este caso, la candidatura presidencial.
