Nace el estado 32: la Ciudad de México

Luego de mucho estira y afloja, por fin el Distrito Federal –que pronto dejará de existir como tal– tiene reforma política.

Con 74 votos a favor, 20 en contra y una abstención, el Senado aprobó la reforma política con la que el Distrito Federal se convertirá en el estado 32 del país y cambiará su nombre por el de Ciudad de México.

Ésta, sin duda, es una gran victoria de la izquierda, del jefe de Gobierno del Distrito Federal y próximo gobernador de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y, sobre todo, de los capitalinos, que adquirirán los mismos derechos políticos que el resto de los mexicanos.

El debate entre los senadores tuvo como centro la composición de la Asamblea Constituyente, que no pocos miembros de la izquierda consideraron inadecuada y diseñada para beneficiar al PRI y a sus aliados del Verde. Sin embargo, con todo y las inconformidades que se expresaron, la reforma logró aprobarse.

¿Cuáles son los cambios que traerá para el Distrito Federal? Aquí les presentamos algunos:

  • La Ciudad de México tendrá una Constitución Política, cuya redacción quedará a cargo de la Asamblea Constituyente.
  • Dicha Asamblea Constituyente se integrará por 100 miembros: 60 votados según propuestas de los partidos políticos y 40 representantes del gobierno –6 propuestos por el presidente Enrique Peña Nieto, 6 por Miguel Mancera y 28 por el Congreso de la Unión–.
  • Así como el Distrito Federal se convertirá en el estado de la Ciudad de México, las delegaciones pasarán a ser municipios y los jefes delegacionales a alcaldes. Aún están por definirse las obligaciones que tendrá la figura de alcalde.
  • Habrá un cabildo en cada municipio.
  • La Asamblea Legislativa del Distrito Federal se transformará en el Congreso de la Ciudad de México.
  • El gobernador de la Ciudad de México podrá nombrar al titular de la Secretaría de la Seguridad Pública local, facultad que, hasta ahora, pertenecía al presidente de la República.
  • Queda por definir cuál será el esquema de recaudación de impuestos. Es decir, si las alcaldías tendrán capacidades recaudatorias o si se mantendrá centralizado en la Secretaría de Finanzas.