¿En Chiapas, otro mártir de la protesta?

Este martes, las protestas en contra de la reforma educativa cobraron la vida de un docente y dejaron a otro herido en Ocozocuautla, Chiapas.

Lo anterior resultó del enfrentamiento entre miembros de la CNTE y autoridades que resguardaban la zona donde se aplicaría la evaluación magisterial.

La Procuraduría General de Justicia de Chiapas informó que los maestros que protestaban tomaron un autobús de pasajeros y –en el intento de arrollar a elementos federales–, la unidad se desvió y atropelló a dos manifestantes, entre ellos el fallecido David Gemayel Estudillo.

Sin embargo, el vocero de la Sección 7, Hugo Alvarado Domínguez, advirtió que el docente fue embestido, junto con dos personas más, por un automóvil particular y de manera deliberada.

Hasta el momento hay seis detenidos: tres profesores, dos estudiantes normalistas y un padre de familia.

Para sorpresa de nadie, José Luis Escobar –líder de la Sección 7–, ya convocó a una megamarcha para el día de hoy y anunció un plantón “por tiempo indefinido”, como parte de las movilizaciones.

“De los tres mil convocados para evaluarse, mil 500 los tenemos en la Sección 7, y los docentes que asisten al proceso de evaluación pertenecen a la Sección 40, que está manipulada por los cuadros del SNTE”, señaló Escobar en una entrevista radiofónica.

 

Es decir, que la CNTE sigue haciendo lo que mejor sabe hacer: alboroto.

Por un lado, insisten en cerrar el paso a la reforma educativa.

Por el otro lado, los “maestros” convierten sus errores en mártires del movimiento. Muchos intentan hacer ver sus crímenes como afrentas del Estado.

Basta recordar el caso ocurrido el 12 de diciembre de 2012, cuando, a causa del incendio de una gasolinera provocado por normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, murió un empleado que del incidente resultó con quemaduras graves. En aquella ocasión los culpables también intentaron lavarse las manos.