Este miércoles falleció Luis H. Álvarez, el padre el PAN moderno; uno de los artífices de la alternancia en el poder presidencial.
En La Otra Opinión platicamos con panistas de larga trayectoria, algunos de los hombres y mujeres que trabajaron de cerca con Luis H. Álvarez; esto fue lo que nos dijeron:
Josefina Vázquez Mota. Excandidata presidencial
“Para mí, es una gran pérdida. Lo dije muchas veces estando a su lado y sin estar él presente físicamente. Le tengo una enorme gratitud por su apoyo a mi persona y por su amor a México.
Debo decir que ha fallecido quien fue mi héroe en vida. Es una pérdida irreparable y de hoy en adelante me queda un enorme compromiso con su espíritu para reconstruir y fortalecer su institución”.
Diego Fernández de Cevallos. Excandidato presidencial
“Me quedo con la imagen de un hombre íntegro, de esos que en la política no es fácil encontrar. Siempre dio un ejemplo a seguir con su valor y sus valores.
Fue un demócrata de verdad, no como muchos impostores.
Combatió la corrupción de un sistema dando la cara al enemigo. Se enfrentó a ellos por acuerdos que consideró buenos para México.
Hoy no se puede entender la historia del partido sin esa vida que se acaba de perder. Supo hacer de la intransigencia una virtud.
Él de verdad amó a los indios de México, no como esos falsos redentores que los han usado para su beneficio propio. Se extinguió una vida plena que no deja un hueco, sino un gran ejemplo a seguir”.
Ernesto Ruffo Appel. Senador. El primer gobernador del PAN.
“Don Luis ha sido un testimonio de vida junto con su extinta esposa Blanquita Magrassi. Ambos vivieron en la política prácticamente desde 1985, cuando el PAN convenció a don Luis de que fuera candidato a la presidencia de la república y al gobierno de Chihuahua.
Él tuvo siempre un compromiso en vida y es un gran ejemplo a seguir. Sobrevivió a todos los fundadores y hoy se nos adelanta.
Es un personaje que en vida tuvo un compromiso cívico ejemplar. Siempre nos generó confianza y transparencia en su labor”.
Juan José Rodríguez Prats. Exconsejero nacional del PAN.
“Me entristece, me acabo de enterar. Era un hombre excepcional, sobre todo por su calidad humana. Tenía un enorme corazón.
Estaba muy orgulloso de su última tarea en Chiapas, donde acudió al rescate de los pueblos marginados, donde buscó reestablecer el entendimiento con el Ejército Zapatista.
Su primera incursión en el PAN fue en 1956, como externo. No fue fundador del partido. Morín lo invitó a ser candidato no afiliado a la gubernatura de Chihuahua.
Su vida sólo se explica en un dar y dar. En 1986 hizo una huelga de hambre por 40 días para protestar por el fraude electoral de las elecciones de ese año.
Era una vida cien por ciento útil para México”.
Doctor Juan Miguel Alcántara Soria. Exconsejero nacional del PAN
“Luis H. Álvarez era el último líder mexicano de la transición democrática. El último viviente que fue impulsor y constructor de la cultura democrática; con testimonios contundentes como el ayuno que realizó para que el país transitara a la democracia.
Un hombre que marcó camino, rumbo y destino; y que en los últimos años no pudo tener la satisfacción de ver a un país y a un partido que incrementara su calidad democrática”.
Doctor José Fernández Santillán. Analista político.
“Luis H. Álvarez es una de las figuras de la historia no solo del PAN sino de la democracia mexicana. Recuerdo con verdadera emoción la huelga de hambre que llevó a cabo para que se respetara el voto ciudadano en su natal Chihuahua en 1986. Fue un verdadero líder político y un líder moral. No fue un dogmático, no fue un líder cerrado a las transformaciones; estuvo abierto a la negociación y fue junto con Diego Fernández de Cevallos y Carlos Castillo Peraza uno de los que impulsaron la negociación con Carlos Salinas de Gortari que sacaron al PAN de la marginalidad y lo puso en el riel de las negociaciones para que, entre otras cosas, se pudiera fundar el Instituto Federal Electoral en 1991.
Además, Luis H. Álvarez estuvo en momentos muy importantes de las transformaciones del país, en reformas políticas desde los 70 hasta muy recientemente. Es un hombre que deja huella porque, además de ser un militante distinguido de Acción Nacional y de ser un líder político, leía y se instruía. La vida de Luis H. Álvarez debe entenderse como un mensaje para los jóvenes de hoy que creen que la política es marketing. La política es cultura, la política es historia, la política es debate, la política es defensa de los principios doctrinarios de los partidos, y también es práctica política. La política es combinación de principios con arreglos en el bien de la patria”.
