En días pasados, Pedro Pablo de Antuñano, extrabajador de la delegación Cuauhtémoc— y cercano al delegado Ricardo Monreal—, fue detenido con 600 mil pesos en efectivo y hasta ahora nadie de Morena ha querido meter las manos por él.
A pesar de ser hombre de confianza de Monreal, el delegado de la Cuauhtémoc no piensa meter las manos al fuego por De Antuñano porque “cada uno tiene que asumir su responsabilidad y tiene que ser dueño de sus actos”.
Aunque Ricardo Monreal ya dijo que no va a responder por su colaborador, confió en que Pedro Pablo de Antuñano saldrá bien librado del caso. Cabe señalar que el exfuncionario de la Cuauhtémoc no es militante de Morena, razón por la que lo estarían dejando solo.
Y es que así como de Antuñano fue dejado solo, Morena también ha dejado solo al jefe delegacional de la Cuauhtémoc. Como nadie le ha expresado públicamente su apoyo a Monreal, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, tuvo que salir a expresarle que “se trata de una guerra sucia”.
Si bien se trata de un hecho con tintes políticos de cara al 2018, el PRD capitalino no desaprovechó la situación y solicitó una investigación a la gestión de De Antuñano.
Al respecto, Martí Batres, líder de Morena en la capital, pidió una investigación exhaustiva y la aplicación de la Ley pues no van a avalar ninguna irregularidad.
Asimismo se deslindaron “tajantemente” de la situación, además que les parece positivo que el cercano a Monreal haya sido separado del cargo en la delegación Cuauhtémoc.
“Refrendamos nuestra confianza en los Jefes Delegacionales de Morena, que a diferencia de otros, siempre actuarán con claridad y contundencia ante situaciones como esta”, refirió Batres.
Y ante estos deslindes, tanto de Monreal como de Batres, ¿Tendrá algo que decir Andrés Manuel López Obrador? ¿Dónde quedó el partido de la honestidad que tanto pregonan? ¿Sacrificará el delegado a su colaborador, con miras al 2018? ¿Saldrán nuevos nombres implicados en el caso?
