¿Recuerda a Ricardo Monreal en julio de 2012, cuando todavía era coordinador de la segunda campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador?
¿Lo recuerda en un peculiar escenario, forrado con tarjetas de Monex y Soriana, denunciando que el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, había comprado el voto?
¿Lo recuerda presentando chivos y gallinas, argumentando que con animales se compraron votos en la elección de 2012?
¿Lo recuerda acusando al exgobernador del estado de México, Enrique Peña y a quien fuera su secretario de Finanzas, Luis Videgaray, de lavado de dinero, peculado y delitos financieros con fines electorales?
Pues ahora resulta que, según diversas fuentes, el señor Ricardo Monreal hoy cometería los mismos errores que cuestionó hace cuatro años.
Dicen los enterados que desde el gobierno de la delegación Cuauhtémoc –que encabeza Ricardo Monreal–, se coordinaría y financiaría la campaña de su hermano, David Monreal; quien busca el gobierno de Zacatecas con las siglas de Morena.
Incluso hay quien dice que empresarios favorecidos por el gobierno delegacional apoyarían a David Monreal en Zacatecas.
¿Será que al prócer de Morena ya se le olvidó todo lo que reclamó y acusó en 2012? ¿o será que ni entonces –ni ahora– le importó jugar limpio en las elecciones?
