Miércoles, se decide amparo a impugnadores de Elías Azar

Todo apunta a que el próximo miércoles se conocerá el futuro inmediato del Doctor Edgar Elías Azar y del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

Como seguramente sabe, un puñado de malquerientes promovió toda clase de amparos y recursos legales para impedir que Elías Azar repita en el cargo por tercera ocasión.

A estos pocos inconformes poco o nada importó que Edgar Elías fuera avalado por una aplastante mayoría de magistrados en el consejo del TSJDF.

Por lo anterior, los magistrados –conocedores del derecho– aprovecharon su experiencia para enredar el camino de Elías Azar.

En esta lógica, todo indica que el recurso legal más reciente –ante el juez Francisco Javier Rebolledo, titular del Juzgado sexto de distrito en materia Administrativa–, será exitoso.

Es decir, que se suspenderá de forma temporal la toma de protesta de Edgar Elías Azar. ¿Y eso qué quiere decir?

Poca cosa. Que será necesario nombrar a un presidente interino, que después habrá un presidente designado y que el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal vivirá en el limbo mientras se resuelve el caso en contra de Elías Azar.

Por lo pronto, dos cosas son seguras:

La primera, que la elección de Elías Azar sigue siendo válida.

La segunda, que la defensa del todavía presidente de TSJDF intentará echar abajo el proceso en su contra.

De hecho, dicen los enterados que eventualmente, el resolutivo favorecerá a Edgar Elías Azar.

O si lo prefiere, que en algún momento del próximo año, este magistrado regresará al cargo para el que fue botado.

Lo cuestionable, sin embargo, es que el caso en contra del Doctor Edgar Elías Azar demuestra el tamaño y el alcance de las guerras y revanchas políticas.

Y es que, podrán decir misa, pero todo el alboroto en contra del presidente del TSJDF es una venganza política.

Pero hay más. De admitirse el amparo en contra de la toma de posesión de Elías Azar, se sentaría un precedente muy cuestionable.

A partir de ahora, en cualquier parte del país, un puñado de inconformes podrían tumbar una elección por el motivo que les venga en gana.

¿Es eso lo que buscan los malquerientes de Elías Azar? ¿Acaso no estarán tranquilos hasta que destruyan el andamiaje y la autonomía del poder judicial?