Michoacán, ¿empieza otra farsa?

Este jueves, el perredista Silvano Aureoles tomó protesta como gobernador de Michoacán.

En su discurso, el también senador con licencia anunció que a la entidad llegarían fuerzas federales.

A propósito del arribo de Aureoles es importante señalar que:

Uno. El PRD derrotó a un gobierno vencido del PRI.

Dos. A pesar de que hace seis años, los michoacanos eligieron al priista Fausto Vallejo como su gobernador, el ascenso del crimen organizado y una salud deficiente adelantaron la salida de Vallejo.

Tres. Uno de los mayores retos de Silvano Aureoles será reducir la incidencia criminal y mantener a raya a los delincuentes organizados.

Cuatro. Sin embargo, el mayor desafío del nuevo gobernador será entregar buenos resultados. Y es que, dicen quienes lo conocen, que Aureoles se distingue por una retórica elaborada pero pocos o nulos resultados. Y…

Cinco. Cabe señalar que el gobernador saliente, Salvador Jara –quien antes de ser gobernador era rector de la Universidad de Michoacán y llegó al cargo en medio de una crisis de seguridad–, repartió 21 notarías a sus parientes y amigos. ¿Ésa es la honestidad de este gobernador emergente?