México, contaminación de infarto

México se encuentra entre los 10 “países más obesos del mundo”, pero no es su única tragedia: los mexicanos también encabezan las listas de males por estrés, tabaquismo, diabetes e hipertensión. Para sorpresa de nadie, estos fenómenos aumentan la incidencia de muertes por infarto. Lo curioso –y que pocos saben– es que junto con los males enlistados, la contaminación también provoca infartos.

En este momento, la Ciudad de México enfrenta uno de los mayores problemas de contaminación ambiental en años. Actualmente se registran altos niveles de ozono que afectan la salud de los capitalinos y que provocado el endurecimiento de las normas de circulación de vehículos.

Aunado a lo anterior, los habitantes de la Ciudad se quejan por las limitadas alternativas de movilidad. Pues a pesar de que la CDMX concentra las sedes de los tres poderes de la Unión y de las representaciones del Gobierno federal; lo cierto es que la oferta de transporte es limitada y deficiente.

Sin duda, la autoridad ha tratado de ofrecer respuestas como la incorporación del transporte público eléctrico, el nuevo programa Hoy No Circula y la eventual desaparición de los microbuses. No obstante, la percepción generalizada es que las medidas son suficientes para disminuir la contaminación.

Y a todo lo anterior habría que agregar que, de acuerdo a cifras oficiales, en la temporada de ozono –entre febrero y mayo–, la conjuntivitis aumentó 86 por ciento, mientras que las neumonías y bronconeumonías aumentaron 56 por ciento si se comparan con las cifras del año pasado. Eso sí, la Secretaría de Salud capitalina no tiene certeza de que el incremento tenga relación con la contaminación.

Por lo pronto, además de conjuntivitis y neumonías, los habitantes de la Ciudad seguirán padeciendo el transporte público es insuficiente, que las marchas están a la orden del día, que la corrupción en verificentros contribuye a más contaminación y una larga lista de calamidades.

Por cierto, el Gobierno ha implementado medidas a favor de la salud de los mexicanos. El IMSS, desde hace 16 meses, implementó el programa Código Infarto, con el que siete, de cada 10 personas, reciben un diagnóstico y tratamiento.

Este programa además es el más amplio en Latinoamérica pues cubre actualmente a 12 millones de derechohabientes y se espera que para 2017 la cifra aumente a 35 millones de personas en todo el país.