De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe) 2016— realizada por el INEGI—, la inseguridad es el tema que más preocupa a los mexicanos: 59.1 por ciento de la población considera que la inseguridad es el problema más grave en sus respectivas entidades.
Y es que la preocupación por la inseguridad no es vano, ya que los datos de la Envipe —publicado este martes, pero elaborado con datos de 2015— indican que en ese año se cometieron 29.3 millones de delitos en contra de 23.3 millones de personas, es decir, hubo una tasa de 1.3 delitos por víctima.
Entonces, ¿Cuánto le cuesta la inseguridad a los mexicanos?
Sin contar los traumas ocasionados a las víctimas del delito y las afectaciones a la calidad de vida que ello ocasiona, los números indican que —ante las pocas garantías que brinda la seguridad pública del Estado— los mexicanos tienen que absorber gastos para su protección personal y la de su familia. Según cifras del Envipe, en 2015 los hogares gastaron 77 mil 900 millones de pesos en medidas preventivas en contra de la inseguridad, como la instalación de rejas, cerraduras, candados, puertas, bardas o alarmas.
A lo anterior es preciso sumar los 5 mil 905 pesos que en promedio perdió cada una de las 23.3 millones de personas que fueron afectadas por un delito el año pasado. Así, la suma arroja un costo total por concepto de inseguridad de 236 mil 800 millones de pesos, cantidad que representa el 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2015.
¿Y dónde está el Estado? ¿No se supone que su función primordial es garantizar la seguridad de sus ciudadanos?
Pues bien, de acuerdo con el académico del Tecnológico de Monterrey, Macario Schettino, en 2015 —año en que se levantó la encuesta del INEGI— México invirtió 1.3 por ciento del PIB en seguridad nacional y orden interno. Es decir, en 2015 el costo para los ciudadanos de la inseguridad —entre las pérdidas por delitos y la inversión para reforzar sus hogares— superó en 0.2 por ciento la inversión de la Federación en materia de seguridad.
Y quizá lo más grave es que, en muchos casos, la inversión del Estado no resulta efectiva. Según información del Envipe, 93.7 por ciento de los delitos cometidos no fueron denunciados. ¿El motivo? La mayoría de las víctimas no acudió a las autoridades por desconfianza o porque lo consideró una pérdida de tiempo. De hecho, de las averiguaciones previas abiertas por comisión de delitos, en 45.9 por ciento de los casos no se resolvió la denuncia; sólo 7.7 por ciento de las víctimas recuperaron sus bienes.
