Pese a que en nuestro país se enfrentan problemas económicos, laborales, educativos, culturales, ambientales, sociales, deportivos y demás, los mexicanos—aunque usted no lo crea—se sienten satisfechos con su vida.
De acuerdo con el Módulo de Bienestar del Inegi, los mexicanos que viven en las ciudades dicen estar más satisfechos con su vida, aunque se sienten inseguros. En términos generales, la población adulta califica con 8.1 su situación personal. En cuanto a seguridad, se registró una calificación de 5.1 puntos; presentó una disminución de tres décimas con respecto a 2015 y registró su menor nivel desde 2013.
Asimismo, la satisfacción con el país se ubicó en 6.2, lo que significa un retroceso de 0.4 con respecto al año anterior.
Cabe señalar que el objetivo del Módulo de Bienestar es captar aspectos del bienestar subjetivo de la población adulta.
Los jóvenes de 18 a 29 años de edad integran el grupo que declara mayor satisfacción con su vida, seguido de las personas entre 45 y 59 años, en seguida del grupo de personas de entre 60 y 74 años; y por último el grupo de 75 años y más.
Pero, si el Inegi registra que la población mexicana está satisfecha con su vida, ¿Por qué se sigue hablando del mal humor social?
Recordemos que en meses pasados el presidente Enrique Peña Nieto declaró que el país avanzaba pese al “mal humor social”. Atribuyó este enojo de los mexicanos, en parte, a las redes sociales que se han convertido en una plaza pública con un fuerte impacto en la sociedad.
Si bien existe un contraste entre la satisfacción y el mal humor de los mexicanos, ¿No será que un grupo de “la legión de idiotas” se está encargado del lado negativo?
