#MásPoesía Fernando Calderón

La risa de la beldad 

 

Bella es la flor que en las auras

con blando vaivén se mece;

bello el iris que aparece

después de la tempestad:

bella en noche borrascosa,

una solitaria estrella;

pero más que todo es bella

la risa de la beldad.

 

Despreciando los peligros

el entusiasta guerrero,

trueca por el duro acero

la dulce tranquilidad:

¿quién su corazón enciende

cuando a la lucha se lanza?

¿Quién anima su esperanza?…

La risa de la beldad.

 

El conquistador altivo

precedido de la guerra,

cubre de sangre la tierra,

de miseria y orfandad.

¿Y quién el curso detiene

de su cólera siniestra?

¿Y quién desarma su diestra?

La risa de la beldad.

 

¿Quién del prisionero triste

endulza el feroz tormento?

¿por quién olvida un momento

su perdida libertad?

¿Y quién, en fin, del poeta

hace resonar la lira?

¿Quién sus acentos inspira?

La risa de la beldad.

 

Una suerte inexorable

llena de luto mi vida,

y mi alma gime oprimida

por la dura adversidad;

pero yo olvido estas horas

de tanta amargura llenas,

cuando suaviza mis penas

la risa de la beldad.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.